Los alimentos seguirán caros

Si nos atenemos a la evolución reciente de los precios en origen de algunos de los productos agroalimentarios más consumidos y a la prevista para los próximos meses, se puede afirmar que el coste de muchos alimentos seguirá por las nubes. Ahí van algunos ejemplos: el precio en origen del aceite de oliva ha subido ya, llegando el virgen extra a los cuatro euros por kilo, y se mantendrá esta misma tónica al menos hasta final de año, porque la sequía y las altas temperaturas han provocado un recorte más que notable a la producción prevista para la próxima campaña. En ocasiones anteriores, cuando el aceite de oliva registraba subidas, el consumidor lo sustituía por el de girasol, pero ahora este anda por las nubes también por la guerra en Ucrania y se complica poder realizar esa operación.

El precio en origen de la leche de vaca se ha disparado y, aun así, los ganaderos dicen que siguen perdiendo dinero porque sus costes de producción también han subido exponencialmente. Pero este fenómeno no se da solo en España, sino que se registra también en otros países de la UE y a nivel mundial. Además, en nuestro país se están enviando muchas vacas al matadero, por lo que la oferta futura de leche se va a ver reducida.

Todo lo anterior se resume en que también subirán más los precios de los productos lácteos. En el caso de las carnes y los huevos, la tendencia de los precios en origen sigue siendo claramente alcista, lo que se notará en el IPC de los próximos meses. Tan solo un dato: una docena de huevos categoría L ha ascendido en un año de 0,80 a 1,50 euros docena, una subida cercana al 90%.

Por último, otro conjunto de productos básicos son los cereales y sus derivados, desde las harinas al pan, pasando por las pastas y toda la pastelería y bollería. ¿Se esperan bajadas? En estos momentos, gran parte de lo que suceda dependerá de lo que haga Vladimir Putin. El mercado de los cereales atraviesa por momentos de gran volatilidad, pero la tendencia de fondo no es precisamente de caída. Y, además del coste de la materia prima, hay que tener en cuenta, la energía, el transporte, el embalaje... Vamos, que no veo bajadas a corto plazo. Más bien al contrario.