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El dueño de la marca de ropa Patagonia, valorada en 3.000 millones, la dona para salvar el planeta
El fundador de la firma estadounidense renuncia al control de la compañía y donará los beneficios para la protección del medioambiente
El cambio climático es una realidad que está produciendo unos impactos irreversibles en el planeta y en el medio ambiente, haciendo que se vuelva imprescindible que globalmente se tomen medidas que eviten unas consecuencias devastadoras.
En este sentido, el fundador de la marca de ropa estadounidense Patagonia, Yvon Chouinard, anunció este miércoles la decisión de donar su negocio para la protección del medioambiente, transfiriendo su propiedad a un fideicomiso y a una organización sin ánimo de lucro que dedicará todos los beneficios que se generen a defender el planeta.
“El 100% de las acciones con derecho a voto de la empresa se transfieren al Patagonia Purpose Trust, creado para proteger los valores de la empresa; y el 100% de las acciones sin derecho a voto se han entregado al Holdfast Collective, una organización sin ánimo de lucro dedicada a luchar contra la crisis medioambiental y a defender la naturaleza”, sostiene Chouinard.
Esta empresa valorada en unos 3.000 millones de dólares reporta unos beneficios anuales de uno 100 millones, y desde su creación, Patagonia se ha distinguido por su enfásis en la conservación de la naturaleza: “Cuando empezamos a ser testigos del alcance del calentamiento global y la destrucción ecológica, y de nuestra propia contribución a ello, Patagonia se comprometió a utilizar nuestra empresa para cambiar la forma de hacer negocios”, explica el fundador de la compañía.
No obstante, pese a que la empresa está haciendo “todo lo posible” para abordar la crisis medioambiental, Chouinard, explicó en un comunicado que “no es suficiente”, por lo querían optar por una vía para destinar una mayor cuantía de dinero, pero manteniendo “intactos” los valores de Patagonia. Por tanto, pese a que existía la opción de vender la empresa y donar todo el dinero o sacar la compañía a bolsa, ambas opciones fueron descartadas por Chouinard al no ser consideradas como buenas, creando su propia solución.
“Si tenemos alguna esperanza de un planeta próspero -y mucho menos un negocio próspero- dentro de 50 años, va a ser necesario que todos hagamos lo que podamos con los recursos que tenemos. Esta es otra manera que hemos encontrado para hacer nuestra parte”, señaló el empresario.
Es por ello, que de esta manera, Chouinard y su familia, renuncian al control de la compañía con sede en California, pese a que constituye la mayor parte de su fortuna. Además, cada año, el dinero que Patagonia gane después de reinvertir en el negocio se distribuirá como un dividendo con el objetivo de luchar contra la crisis medioambiental.
Por su parte, Ryan Gellert, actual consejero delegado, continuará al mando de las operaciones y Patagonia, manteniendo su política de donar un 1% de sus ventas a organizaciones medioambientales. “A pesar de su inmensidad, los recursos de la Tierra no son infinitos, y está claro que hemos superado sus límites. Pero también es resistente. Podemos salvar nuestro planeta si nos comprometemos a ello”, sentenció Chouinard.
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