El Tesoro Público desestima que la subida de tipos ordenada por el Banco Central Europeo vaya a incidir en un mayor coste de financiación para el Estado. Eso es lo que defendió hoy el secretario general del Tesoro y Financiación Internacional, Carlos Cuerpo, en una rueda de prensa en el Ministerio de Asuntos Económicos, en la que no quiso ofrecer una estimación sobre el incremento del coste por esta subida y se limitó a explicar que hasta ahora “hemos podido contener la subida de tipos, que es evidente se ha trasladado al coste de la financiación, con las subida de 250 puntos básicos en los tipos oficiales, pero en nuestro caso, el coste medio apenas ha aumentado en 9 puntos básico, hasta el 1,73%, mientras que el coste medio de la deuda emitida este año se situó en el 1,35%.

En este sentido recalcó que el alargamiento de la vida media de nuestras emisiones (en dos años) nos permite mantener esa inercia de los costes, con un reducido porcentaje de refinanciación y con un traslado muy progresivo de los tipos oficiales al coste efectivo de la deuda”. Cuerpo solo accedió reconocer que la “carga de intereses será evidentemente mayor”, pero que el crecimiento de la economía española equilibrará el peso de la financiación, que “proporcionalmente será menor”. Su previsión la centró en que “el coste de cartera será más o menos igual o similar al de 2022, pese a la subida de tipos, amortiguada por nuestro bajo nivel de refinanciación, se situará en el entorno del 2% o 2,3%”.

Para Cordero, “el trabajo de preparación realizado en los últimos años y los efectos positivos del alargamiento de la vida media de la cartera hasta el entorno de los ocho años han permitido mantener contenidos los costes de financiación de la deuda en circulación, con un incremento de solo nueve puntos básicos, del 1,64% al 1,73%, a pesar de la subida de los tipos.

Según detalló, el Tesoro se ajustará a las previsiones de los Presupuestos Generales de 2023 y emitirá este año 70.000 millones de euros de endeudamiento neto, apenas 63 millones menos de deuda pública que finalmente colocó durante el año pasado. La emisión bruta por parte del Tesoro Público el próximo año será de 256.846 millones de euros, lo que supone un aumento del 10% respecto a lo estimado para este año, debido al alza de los tipos de interés. Se prevé que las Letras del Tesoro aporten financiación neta negativa por 5.000 millones, por lo que los bonos y obligaciones del Estado, junto con el resto de las deudas en euros y en divisas, aportarán los 75.000 millones restantes.

En la previsión de los PGE, el organismo anunció que colocaría deuda por un valor bruto de 256.930 millones de euros a lo largo de este año, pero ha hecho un pequeño recorte, para situar la cifra final en esos 256.846 millones. Respecto al valor neto, mantiene todo intacto: a través de las Letras emitirá un importe negativo de 5.000 millones de euros y colocará 75.000 millones en instrumentos a medio y largo plazo, con el fin de mantener igual la vida media de las emisiones.Por contra, en las amortizaciones sí habrá cambios, ya que subirán en 186.846 millones, 89.125 millones en letras y 97.521 millones en medio y largo plazo. Eso serían 24.339 millones extra, un 15% más que en 2022.

El secretario general mostró su tranquilidad para afrontar la financiación de este año “a pesar del complejo e incierto contexto internacional, la confianza de los inversores en España se mantiene inalterable”, gracias, dijo, a que la economía española terminará, según las últimas previsiones del Gobierno, con un crecimiento por encima del 5%, la más alta de las economías de la eurozona y con la inflación más baja de la Unión Europea. “El Tesoro ha mantenido un acceso favorable del mercado, con una enorme confianza y con una prima de riesgo que se ha mantenido estable, en línea con la situación prepandemia y en 2023 la previsión es que sea igual o mejor”.

El Tesoro volverá a apostar por el mercado verde, en el que pretende alcanzar los 20.000 millones en bonos verdes en los próximos años, manteniendo en 2023 la misma inversión que en 2022, unos 3.200 millones de euros. “Con 8,200 millones ahora mismo en circulación en financiación y bonos verdes estamos obteniendo entre 2 y 7 puntos básicos de premio”, recalcó Cuerpo.

Aunque el peso total de los inversores extranjeros esta situado ya en el 41%, el secretario general del Tesoro destacó el creciente interés de los inversores privados españoles por las emisiones públicos, por lo que animó a loa ahorradores a invertir en bonos del Estado. “Es una inversión segura que también ha empezado a ser rentable”, afirmó. Y los datos parecen darle la razón, ya que su volumen inversor “ha crecido mucho en el último año y va a ir a más”.

Hoy mismo, el Tesoro ha colocado 6.935,1 millones de euros en una subasta de bonos y obligaciones del Estado, en el rango medio-alto previsto, y lo ha hecho remunerando con intereses más elevados a los inversores en la mitad de las referencias emitidas, según los datos publicados este jueves por el Banco de España. Los inversores siguen mostrando interés por los títulos de deuda españoles, ya que la demanda conjunta de las cuatro referencias subastadas en esta segunda emisión del mes de enero ha superado los 13.127 millones de euros, más del doble de lo finalmente adjudicado en los mercados.

Para este primer mes del año están previstas otras dos pujas más, según el calendario oficial establecido por el Tesoro, la siguiente que se celebrará el día 17, será de letras a tres y nueve meses, y el día 19 de bonos y obligaciones. Además, en el mes de enero el Tesoro suele celebrar también la primera emisión sindicada del año, aquella en la que los bancos colocan directamente la deuda entre inversores.