Vivienda
Así serán nuestras casas cuando seamos mayores
En España ya se contabilizan 133 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16
Nadie se salva del paso del tiempo y España envejece. La natalidad en nuestro país alcanzó en 2021 la menor cifra de toda la serie histórica –338.532 nacimientos–, un 39% menos que hace una década; mientras que la esperanza de vida continúa su escalada y se sitúa en los 83 años. En 2022 España ha registrado un nuevo máximo de envejecimiento, del 133,5%, por lo que ya se contabilizan 133 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16, sobre todo en Asturias, Galicia y Castilla y León, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La vivienda es un elemento imprescindible en la vida de los ciudadanos, sobre todo en sus últimos años. Y es que el 72% de los entrevistados manifestó que le gustaría ser cuidado por su familia y permanecer en su hogar el máximo tiempo posible, según una encuesta realizada por la Fundación Pasqual Maragall en el año 2020.
Pero, ¿cómo deben ser las viviendas para la tercera edad? Estos inmuebles deberán facilitarles a sus residentes autonomía y asistencia cuando sea necesario, explica el portal inmobiliario pisos.com, incluyendo las siguientes características:
- Accesibilidad: las casas de los sénior deben ser accesibles para aquellos con movilidad reducida, por lo que será necesario eliminar barreras arquitectónicas como escalones e instalar rampas y ascensores.
- Seguridad: tener una vivienda segura es una prioridad para este colectivo, por lo que contar sistemas de alerta médica, iluminación adecuada y suelos antideslizantes para prevenir caídas es imprescindible.
- Espacios adaptados: los espacios deben estar diseñados pensando en las necesidades específicas de la tercera edad incluyendo baños con barras de apoyo, cocinas de fácil acceso y dormitorios en la planta baja, entre otros.
- Comunidad: el sentido de comunidad es esencial, por ello, las viviendas para la tercera edad a menudo incluyen áreas comunes para actividades sociales y eventos que promuevan la interacción entre los residentes.
5 alternativas de viviendas para la tercera edad
Las residencias públicas no son una alternativa para el colectivo sénior, ya que nuestro país cuenta 9,5 millones de personas mayores de 65 años y sólo 242.000 plazas en residencias públicas, asevera el portal inmobiliario.
Además, aunque seleccionar el tipo de vivienda en el que uno quiere pasar sus últimos años de vida tampoco está al alcance de todos, hay otros que pueden optar por diferentes alternativas que fomenten la relación y el sentimiento de comunidad entre otras personas en la misma etapa vital:
- Comunidades de jubilación: estos complejos residenciales están diseñados para personas mayores e incluyen una amplia gama de servicios y comodidades como centros de atención médica, áreas recreativas o actividades sociales, entre otros.
- Apartamentos tutelados: estas viviendas son para aquellos sénior que necesitan asistencia regular con actividades diarias, pero que a la vez quieren independencia. "Incluyen instalaciones residenciales donde el personal capacitado brinda apoyo en áreas como la administración de medicamentos, el cuidado personal y la movilidad", explica el portal inmobiliario.
- Comunidades de cohousing sénior: el cohousing es una vivienda colaborativa donde estas personas mayores tienen su propia vivienda independiente pero eligen compartir áreas comunes y servicios, además de proporcionarse apoyo mutuo.
- Viviendas inteligentes: estos inmuebles pueden contar con sistemas de monitoreo de salud, dispositivos de asistencia virtual y automatización del hogar para controlar luces, termostatos y sistemas de seguridad, entre otros, para mejorar la calidad de vida de las personas mayores. El portal inmobiliario asevera que "incluso en algunos casos se instalan sensores de movimiento que pueden detectar movimientos inusuales o caídas y enviar alertas a familiares o cuidadores".
- Vivir en un crucero: esta opción no es la más habitual, sin embargo, existen jubilados que constataron que les salía más económico pagarse un crucero que pasar los mismos días en una residencia. Además, esta casa flotante ofrece a sus residentes diversión, turismo, cuidados y un "gran ahorro de costes de todo tipo", sostiene el portal inmobiliario.
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