
Guerra comercial
CEOE exige ayudas directas y que cesen las amenazas de Díaz
Reclama que se retire la obligatoriedad de mantener el empleo para recibir las ayudas. La Airef resta medio punto de PIB en 2025 por la guerra comercial

La patronal CEOE arremetió con firmeza contra el Gobierno por la ausencia de uniformidad y unión entre todas las fuerzas políticas y los agentes sociales en la respuesta a la guerra arancelaria desatada por la Administración Trump. El Comité Ejecutivo de la patronal ha exigido al Gobierno que, «cuanto antes», se pongan a disposición de las empresas «medidas directas de apoyo a la competitividad y a la transformación», no sólo financiación y medidas indirectas y crediticias. Por eso, ha pedido que se aborde la situación arancelaria con «altura de miras» a nivel nacional, para lo que ha demandado contar con el diálogo social «como principal herramienta para alcanzar las mejores soluciones». Así, reclamó un Pacto de Estado que no pierda «una visión realista de la situación».
La CEOE ha vuelto a rechazar el tono amenazante de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, respecto a la prohibición de realizar ajustes de plantilla para poder optar a las ayudas que se aprueben. "Los ajustes de plantilla siempre son la última opción a la hora de amortiguar crisis inesperadas, pero supeditar a priori la concesión de cualquier ayuda pública al mantenimiento del empleo en una situación como la que estamos viviendo puede provocar que las empresas opten por no solicitarlas para evitar posteriormente consecuencias más complejas».
En el mismo sentido, han criticado la reiterada actitud de continuo enfrentamiento con los empresarios por parte del Gobierno, que «supone poner en duda, de forma interesada, la actitud responsable de la inmensa mayoría de las empresas de nuestro país, que han demostrado crisis tras crisis su compromiso con el mantenimiento del empleo».
El Comité Ejecutivo también ha arremetido con el intervencionismo gubernamental dirigido en contra «la lógica de la actividad económica y empresarial» y ha defendido la libertad de enseñanza de los centros universitarios privados, porque España, en un momento como este, «no se puede prescindir de centros en los que es una cuestión estratégica de país atraer y mantener el talento».
Los empresarios han ampliado sus críticas al resto de frentes abiertos desde la Administración contra la actividad privada que, por ejemplo, «amenazan con limitar cada vez más la actividad de la sanidad privada» y que van desde Muface hasta el Estatuto Marco de Sanidad, pasando por el anteproyecto de Ley del Medicamento y Productos Sanitarios. Para la CEOE, el Gobierno intenta intervenir «todos los ámbitos medulares de la economía», como la sanidad y la educación, «en los que es fundamental la complementariedad entre lo público y lo privado».
Por su parte, Cepyme considera que el Gobierno no puede cubrir el impacto ni de los aranceles de una potencia comercial como Estados Unidos, ni el de la ralentización de la economía europea que será la que mayor repercusión tenga en las pymes españolas. Por ello, solicita que el esfuerzo se concentre en la «eliminación de cargas y costes que pesan sobre las pymes» y que les impiden competir con mejores condiciones. La Confederación pide un alivio inmediato de las cargas que soportan las pymes, un alivio que se debería materializar la reducción de costes y cargas y obligaciones normativas que dificultan el desarrollo de negocio de las pymes.
Ayer mismo, la Airef presentó el informe sobre los Presupuestos Iniciales de las Administraciones Públicas de 2025, en el que actualiza sus previsiones macroeconómicas y fiscales. En él, la Autoridad Fiscal mantiene la previsión de crecimiento para España en el 2,5%, pero advierte de la incertidumbre económica, la desaceleración de algunos indicadores y los temores geopolíticos, que auguran una situación inseguridad a la hora de hacer proyecciones. «No sabemos el desenlace ni el punto de llegada de esta guerra comercial, por lo que a diferencia de otras instituciones hemos decidido esperar hasta tener una mayor información al respeto, que hasta ahora es muy parcial», estimaron desde la Airef, que alerta de que este «efecto incertidumbre» por el conflicto arancelario puede restar hasta 0,5 puntos al PIB español en el presente ejercicio.
Pese a ello, la directora de la División de Análisis Económico del organismo, Esther Gordo, consideró que este escenario deja a la Unión Europea en una situación comparativamente mejor frente a China. «Los productos europeos se han abaratado relativamente frente a los chinos. Puede ser que eso nos beneficie en nuestras ventas a Estados Unidos».
En este sentido, advirtió que la caída de las bolsas, el freno de la inversión y el parón económico por la guerra arancelaria puede impactar en mayor medida en la propia economía de Estados Unidos, que puede «dirigirse hacia una recesión por la fragmentación de las relaciones comerciales, la pérdida de eficiencia a nivel global y un rediseño de las cadenas de valor». Gordo también aclaró que ese «impacto relevante» del 0,5% no quiere decir «para nada» que la Airef rebaje su crecimiento al 2% para 2025, «porque lo mantenemos en el 2,5%. Además, recuerda que las decisiones cambian constantemente «cualquier estimación que podríamos tener».
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