
Industria ferroviaria
El consorcio vasco que encabeza Sidenor cierra la compra del 29,7% de Talgo por 156 millones de euros
El precio de compra es de 4,25 euros por acción
El consorcio vasco liderado por Sidenor ha logrado por fin cerrar la compra del 29,7% de Talgo, en poder hasta ahora del fondo de inversión Trilantic y otro grupo de accionistas. Según han comunicado ambas partes a través de un hecho relevante enviado hoy viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la transacción se ha cerrado por 156 millones de euros.
El precio fijado implica que el consorcio que integran Clerbil, sociedad de Juan Antonio Jainaga, presidente de Sidenor; la sociedad de inversión pública vasca Finkatuk y las cajas Vital y Kutxa pagarán el paquete que han adquirido a un precio de 4,25 euros por acción, muy por encima de los 2,71 euros a los que cotizan hoy los títulos del fabricante de material ferroviario.
Clerbil, Finkatuz y la fundación BBK ostentarán cada uno al cierre de la operación un 8,5% del capital y la fundación bancaria Vital, el 4,24 %.

A esta cantidad se sumará un precio variable contingente, en virtud del cual si durante los 24 meses siguientes a la fecha en que se consume la compraventa, cualquiera de los miembros del consorcio transmite o se compromete a transmitir acciones de Talgo a un tercero por un precio unitario superior a 4,25 euros, dicho miembro del consorcio deberá abonar a los vendedores un importe equivalente al producto entre el número de acciones transmitidas y un porcentaje del exceso determinado como el 100% para la parte del exceso hasta 5 euros por acción y el 50% para la parte del exceso que supere los 5 euros por acción. Con esta cláusula, los vendedores limitan el posible futuro lucro que podrían obtener los compradores si el precio de las acciones sube.
El documento enviado a la CNMV no incorpora, sin embargo, el pago variable que se acordó en febrero pasado, de 0,85 euros por acción, ligado al cumplimiento de determinados hitos financieros en 2027 y 2028.
Las partes esperan que la compraventa se complete con anterioridad al 31 de enero de 2026, una vez se cumplan las antedichas condiciones.
Tortuoso proceso
Con el cierre de la venta, concluye un tortuoso camino que se inició hace nueve meses, cuando ambas partes rubricaron el preacuerdo sobre la operación. Entonces, se aseguró que la transacción se consumaría en un máximo de dos meses. Sin embargo, la delicada situación financiera de Talgo lo complicó todo. Especialmente, la penalización de 116 millones de euros impuesta por Renfe a Talgo por el retraso en la entrega de los trenes de alta velocidad Avril.
La multa ha obligado a buscar la ayuda de la SEPI para desbloquear la situación y reforzar la estructura financiera de la compañía con un complejo sistema para fortalecer su balance. Así, y para mejorar su estructura de capital, reforzará sus fondos propios con 150 millones a través de una ampliación de capital y la emisión de bonos convertibles en acciones, operación en la que participará la sociedad pública SEPI con una aportación de 75 millones, y con una nueva estructura de financiación para adaptar los plazos y vencimientos a la ejecución y generación de caja de sus proyectos. Esta nueva estructura, que prevé tener lista en el último trimestre del año, comprende una financiación de 650 millones a seis años con póliza de la sociedad pública CESCE, una línea de circulante de 120 millones a cinco años y un seguro de cobertura de avales CESCE por importe de otros 500 millones de euros (antes de aplicar el porcentaje de cobertura) con una cobertura del 50%.
Con la operación, la SEPI se hará con el 7,8% del capital de la compañía.
Una vez cerrado el cambio de los accionistas de control, que ha vivido su último sobresalto con la investigación a Jainaga por la venta de acero a Israel, llegará el momento de lanzar un nuevo plan industrial para la compañía. El Gobierno vasco ha asegurado en los últimos meses que hasta que no se cerrase la transacción, no se abordarían los problemas productivos de Talgo, que no son pocos. La compañía tiene su cartera de pedidos en máximos históricos con más de 4.000 millones de euros en encargos. Sin embargo, está teniendo problemas para cumplir con los plazos de sus programas por sus limitaciones fabriles.
Sidenor ha afirmado a este respecto que el fabricante de trenes iniciará esta nueva etapa "con un proyecto sólido, de futuro y un fuerte componente industrial y tecnológico", en un momento de "crecimiento firme" del sector ferroviario de alta velocidad. La compañía ha señalado que el siguiente paso en el proceso será la convocatoria de la junta general extraordinaria de accionistas de Talgo, que deberá aprobar la nueva estructura de financiación de la compañía, "imprescindible para llevar a cabo el traspaso definitivo de las acciones y el inicio de una nueva etapa en Talgo".
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