Las personas que han perdido su empleo o cuya jornada laboral ordinaria se ha reducido temporalmente entre un 10 % y un 70 % tienen derecho a solicitar una prestación contributiva (comúnmente conocida como "paro") o un subsidio. Estas ayudas proporcionan una cuantía mensual durante un período determinado mientras buscan un nuevo trabajo.

La diferencia entre ambas depende del tiempo cotizado a la Seguridad Social. Para acceder a la prestación contributiva, es necesario haber trabajado y cotizado al menos 360 días en los últimos seis años. Quienes no alcancen este mínimo pueden optar por el subsidio.

La duración del paro varía entre un mínimo de 4 meses y un máximo de 2 años, según los días cotizados. En cambio, la duración del subsidio depende de los meses cotizados. Durante este período, las personas que reciben estas ayudas no tienen derecho a tomar vacaciones.

Sin vacaciones para los desempleados: lo que dice el SEPE

El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha aclarado que las personas en paro no tienen derecho a vacaciones. Sin embargo, si necesitan salir de España por algún motivo, deben seguir ciertos procedimientos, ya que su prestación podría quedar condicionada.

Si una persona en paro necesita viajar al extranjero por menos de 30 días al año, ya sean consecutivos o no, la prestación contributiva se mantiene, siempre que se cumplan las obligaciones legales. Entre estas, es obligatorio:

• Informar al SEPE sobre la salida al extranjero antes de que se realice.
• Presentarse de manera presencial en la oficina de empleo al regresar.

Si el viaje dura entre 30 y 90 días, consecutivos o no, la prestación se suspende temporalmente. Aun así, es obligatorio notificar la salida al SEPE para obtener autorización. Si la estancia en el extranjero supera los 90 días en un año y no está justificada por búsqueda de empleo, formación o cooperación internacional, la prestación o subsidio se extingue definitivamente.

Además, realizar un viaje durante el período de desempleo sin notificar al SEPE también conlleva la extinción de la ayuda. El SEPE advierte: “No comunicar el traslado fuera del país constituye una infracción que inicia un procedimiento sancionador, cuya consecuencia es la pérdida del derecho a la prestación”.

La única excepción para seguir cobrando la ayuda al viajar al extranjero es que el motivo sea laboral, como buscar empleo, participar en acciones de cooperación internacional o realizar formación profesional.