¿Desaparecerá el dinero en efectivo en España?

La pregunta sobre la desaparición del dinero en efectivo en España ha ganado relevancia y el 'Estudio sobre hábitos en el uso del efectivo 2023' del Banco de España proporciona datos interesantes. Según el estudio, los españoles llevan en promedio 43 euros en billetes y 6 euros en monedas, revelando una coexistencia entre lo tradicional y lo moderno. Sin embargo, se observa una brecha generacional significativa: el 74% de los mayores de 65 años prefiere el efectivo, mientras que el 47% de 'los millenials' opta por la tarjeta.

La frecuencia de uso diario del efectivo aumenta con la edad, siendo solo el 8% de los jóvenes entre 18 y 24 años quienes realizan compras diarias en efectivo, en comparación con el 77% de los mayores de 54 años. Las caídas recientes del servicio Redsys han resaltado la importancia del efectivo, ya que sirve como alternativa valiosa en situaciones de interrupciones electrónicas.

A pesar del auge de métodos de pago electrónicos, el efectivo sigue siendo el medio más utilizado en establecimientos físicos en España, seguido por tarjetas y dispositivos móviles. Las dificultades para retirar efectivo en algunos lugares, junto con la percepción de seguridad y privacidad, son aspectos que los ciudadanos consideran al elegir el medio de pago.

Aunque se ha hablado del euro digital como el futuro, su conocimiento es relativamente bajo, alrededor del 20%. En comparación con otros países europeos, España muestra resistencia a prescindir del efectivo, al igual que Alemania, donde más del 50% de las transacciones se realizan en efectivo. Países nórdicos como Suecia, Noruega y Dinamarca lideran en la transición hacia monedas digitales, mientras que otros, como Canadá, China y Corea del Sur, también se suman a la tendencia de reducir el uso del efectivo. Pese a ello, los países del Norte de Europa ya han asegurado que seguirán apostando por el efectivo.

En España, nadie duda de que el futuro del dinero en efectivo está asegurado, pese a que algunos expertos predicen su desaparición, mientras otros consideran que coexistirá con métodos digitales durante mucho tiempo. En esta última posición se encuentra el Banco Central Europeo (BCE), cuya presidenta, Christine Lagarde, confirmó que aunque "pensamos en el euro digital como en una forma digital de efectivo que pueda utilizarse gratuitamente para todos los pagos digitales y que cumpla los niveles de privacidad más estrictos, coexistiría con el dinero físico, que siempre estará disponible, sin dejar a nadie atrás".