Reforma de las pensiones

El Pacto de Toledo se rompe por la propuesta para «dividir» a los pensionistas

Manifestación de jubilados por unas pensiones dignas/Jesús G. Feria
Manifestación de jubilados por unas pensiones dignas/Jesús G. Ferialarazon

Tras el acuerdo entre el PP y PNV, el Pacto de Toledo se encuentra aún más dividido que hace unos meses.

Con la reforma de las pensiones de 2013 en el congelador tras el acuerdo entre PP y PNV para subir las pensiones un 1,6% en 2018 y un 1,5% en 2019, manteniendo una aparente indexación de su revalorización al IPC –a cambio del apoyo de los cinco diputados nacionalistas vascos a los Presupuestos–, el Pacto de Toledo se encuentra aún más dividido que hace unos meses sobre qué camino tomar para garantizar el cumplimiento de la recomendación segunda. Una recomendación que obliga al Gobierno a garantizar el mantenimiento del poder adquisitivo de los pensionistas, teniendo en cuenta, eso sí, el equilibrio financiero del sistema.

Si la oposición, en especial Podemos y PSOE, se mantenían cerrados a cualquier acuerdo que no mantuviera el IPC como índice al que ligar, según su variación, el alza de las pensiones, la aparente derogación de la reforma impulsada por el propio PP ha dado munición adicional al bloque de la izquierda, que considera inasumibles las últimas propuestas sobre las que se está debatiendo y que se han ido filtrando en los últimos días. Sobre la mesa está la oferta del PdCat para establecer un nuevo índice de revalorización de las pensiones donde gane peso el coste de la vida a costa de que lo pierda la búsqueda del equilibrio financiero de la Seguridad Social, pero que permita cierta flexibilidad para que, en caso de que las condiciones económicas se tuerzan, dicho índice permita seguir subiendo las pensiones más bajas y establecer otra velocidad más «limitada» para el resto. «Esa propuesta es inaceptable porque busca dividir al colectivo de pensionistas», indica una fuente de Podemos presente en las deliberaciones del Pacto de Toledo a este diario. «El acuerdo está más lejos porque hasta el PP ha reconocido que la revalorización con el IPC es posible, después de negarlo una y otra vez. La economía española crece y va a mejor, y ese crecimiento debe ser para todos», resume esta fuente. Las posiciones parecen enquistadas y la izquierda en bloque pretende estirar la presencia de pensionistas vinculados a los sindicatos en las calles hasta poder ofrecerles la derogación total de la reforma de 2013, lo que implicaría anular «sine die» la introducción del factor de sostenibilidad, que mitigaría el alza de las pensiones al introducir la creciente esperanza de vida. El pacto entre PP y el PNV ha postergado la introducción del factor de sostenibilidad, que debía entrar en vigor el próximo año, hasta 2023.