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España se queda sin jóvenes preparados para relevar al "baby boom"
Caída dramática: por cada trabajador cualificado por jubilarse no hay siquiera un joven español con estudios superiores
La falta de reemplazo entre la población activa con estudios superiores se ha convertido en uno de los problemas estructurales más acuciantes del mercado laboral español.
La ratio entre población activa nativa joven –menor de 30 años– y la que se aproxima a la jubilación –mayor de 55– ha sufrido un deterioro «dramático»: ha pasado de 3,5 durante la década de 2000 a 2010 a apenas 1 en promedio desde 2017, y es inferior a 1 desde 2020.
Es decir, por cada trabajador cualificado que está por jubilarse, no llega siquiera un joven con estudios superiores dispuesto a sustituirlo, según los datos presentados ayer en el Observatorio Trimestral del Mercado de Trabajo realizado por Fedea y BBVA Research.
Esta insuficiencia amenaza la capacidad del país para sostener su tejido productivo en los sectores más tecnificados.
El desequilibrio responde a varios factores simultáneos. Por un lado, el «envejecimiento acelerado» de las generaciones nacidas durante el «baby boom» (1958-1977), que hoy se incorporan masivamente al retiro laboral.
A ello se suma la «reducción del abandono escolar», iniciada durante la "Gran Recesión", que si bien impulsó la formación, recortó el volumen de jóvenes que accedían tempranamente al mercado de trabajo.
Además, la «mayor participación de mujeres cualificadas» ha elevado el nivel educativo medio, pero no ha sido suficiente para compensar la caída de la natalidad y el estrechamiento de la pirámide poblacional.
El desequilibrio presenta diferencias territoriales. Las regiones más envejecidas son aquellas donde la reposición mediante población nativa es más insuficiente, y muchas de ellas ya dependen de la llegada de inmigración para evitar pérdidas netas.