Pensiones

Seis de cada 10 españoles mayores de 50 años no tiene ahorros para afrontar la jubilación

El informe de Fidelity alerta de que el aumento de la longevidad agravará la brecha entre el horizonte de sus ahorros con la esperanza de vida media. Más de la mitad de los países de la OCDE prevén retrasar la edad de jubilación

Mayores jubilados de la tercera edad pasean y toman el sol en un parque de Madrid.
Mayores jubilados de la tercera edad pasean y toman el sol en un parque en MadridAlberto R. RoldánLa Razón

Las sombras se ciernen sobre la mayoría de los jubilados españoles que afrontarán su retiro durante los próximos 15 años. Nueve de cada 10 españoles mayores de 50 años no tiene ahorros suficientes para afrontar con garantías las jubilación al presentar un déficit de planificación de al menos diez años en relación con una vida que podría prolongarse hasta los 100. Así lo advierte el informe "La revolución de la longevidad: Prepararse para una nueva realidad", elaborado por Fidelity International en colaboración con el Centro Nacional de Innovación para el Envejecimiento del Reino Unido (NICA), que apunta que en el conjunto de los 13 mercados analizados, el porcentaje de personas de 50 años o más con un desfase de ahorro de una década o más se sitúa en el 42%, frente al 59% registrado en España cuando se compara el horizonte de sus ahorros con la esperanza de vida media.

Pese a ello, el informe alerta de que el aumento de la longevidad agravará esta brecha, ya que se estima que en 2050 habrá 3,67 millones de personas centenarias en el mundo. Según Fidelity, el 68% de los jubilados y el 56% de quienes están próximos a jubilarse se muestran positivos sobre su retiro, unas cifras que en España están muy por encima, al 69% y al 63%, respectivamente, según recoge EP.

Los analistas del estudio también inciden en que contar con un plan de jubilación -incluyendo la elaboración de un presupuesto o la identificación de futuras fuentes de ingresos- hace que los trabajadores a las puertas de la jubilación se sientan mejor preparados, tanto desde el punto de vista financiero como también físico, emocional y social. Además, identifican cuatro pilares clave para afrontar la longevidad (estabilidad económica, salud, bienestar emocional y conexión social) y cinco factores decisivos para una vida más larga con éxito, entre ellos abordar pronto la educación financiera, aprovechar la innovación tecnológica y reforzar la confianza en los sistemas públicos de pensiones.

Óscar Esteban, responsable de negocio para España y Portugal de Fidelity International, alerta de que muchas personas "siguen preparándose para las jubilaciones que vivieron sus padres y abuelos", lo que genera un "fuerte desajuste entre ahorro y esperanza de vida". A su juicio, con una planificación temprana y adecuada, una vida más larga "debería ser algo a lo que aspirar y no temer", y supone una oportunidad para que entidades y responsables políticos impulsen una sociedad "más rica, más sana y más cohesionada".

La semana pasada, la OCDE informó de que más de la mitad de los países de la OCDE prevén retrasar la edad de jubilación para hacer frente al envejecimiento de la población, de forma que en conjunto aumentará en casi dos años entre los que se jubilan ahora y los que comienzan actualmente su vida laboral. En su informe bienal sobre las pensiones publicado este jueves, la Organización señala que la edad normal de jubilación va a subir de 63,9 años para las mujeres y 64,7 para los hombres que se han retirado en 2024 a 65,9 y 66,4 para los que han empezado a trabajar ese año.

Las variaciones entre países miembros, no obstante, serán significativas, con tres que van a mantener la jubilación en 62 años: Luxemburgo, Eslovenia y Colombia (en este último caso 57 años para las mujeres). En el otro extremo, Dinamarca, Estonia, Italia, Países Bajos y Suecia están embarcados en reformas que van a elevar la edad de jubilación hasta 70 años o más. En Dinamarca, debería pasar de los 67 años actuales a 74 y en Estonia de 65 a 71. Entre los que no contemplan un incremento están España (65 años) y los cuatro miembros latinoamericanos de la OCDE: Chile (65), Costa Rica (65), México (65) y Colombia (62 para los hombres, 57 para las mujeres).

Detrás de este movimiento está el envejecimiento demográfico que afectará a todos los países de la organización en mayor o en menor medida, con mayor presión a la financiación de los sistemas públicos de pensiones. Globalmente por cada 100 personas que tienen ahora entre 20 y 64 años (en la franja de edad central de la vida laboral), hay 33 con más de 65 años, pero serán 52 en 2050. El envejecimiento entre 2025 y 2050 medido con el indicador de tasa de dependencia (población mayor de 65 años respecto a la que tiene de 20 a 64 años), va a ser particularmente agudo en Corea del Sur, con un incremento de 48,8 puntos, pero también en España (38,3 puntos), Italia (32,9) y Grecia (27,8).

Un problema añadido para la sostenibilidad del sistema es cuando la tasa de empleo de las personas que se acercan a la edad de jubilación es particularmente baja, algo que ocurre en España y en los cuatro países latinoamericanos de la OCDE. Mientras de media en la OCDE están trabajando un 65,5% de las personas de 55 a 64 años, el porcentaje es del 61,2% en Chile, del 59,5% en España, del 57,5% en Colombia, del 56,9% en México y del 50,3% en Costa Rica.

A partir de los actuales sistemas de prestaciones y de las reformas previstas, y teniendo en cuenta la evolución demográfica, los autores del estudio calculan que el gasto medio en pensiones públicas en la OCDE (en los 32 países para los que hay datos) pasará del 8,8 % del producto interior bruto (PIB) actualmente al 10 % en 2050. España, que con el 13,6 % del PIB ahora es el cuarto país que más dedica en pensiones, por detrás de Italia (15,6 %), Francia (14,1 %) y Grecia (13,8 %), se convertirá en el primero a mediados de siglo con el 17,3 %.