Banca

Estas son las tarjetas que pueden tener los menores de edad

Este producto financiero ayuda a los jóvenes a gestionar su economía sin tener que pedir la tarjeta de sus padres o incluso poder controlar su dinero

El chip de una tarjeta
El chip de una tarjetalarazon

Recibir una paga cuando somos aún pequeños para comprarnos "chuches" o patatas al salir con amigos es algo bastante común y aunque entonces carecemos de ingresos, a medida que vamos creciendo, empezamos a hacer un uso más frecuente del dinero. La mayoría de menores están acostumbrados a adquirir productos en el plano digital en plataformas tan conocidas como Amazon, y para estas compras suelen pedir la tarjeta a sus padres. Por ello, no es de extrañar que los progenitores se planteen darles una tarjeta para que dispongan de una mayor autonomía, y que además aprendan a gestionar sus propios fondos.

"Para esta etapa juvenil, las entidades financieras ofrecen diferentes tipologías de tarjetas adaptadas que, en la mayoría de los casos, no llevan asociadas comisiones", explican desde el Banco de España (BdE). De esta manera, los niños y adolescentes podrán tener “independencia económica” para gestionar su economía sin tener que pedir la tarjeta de sus padres o incluso poder controlar su dinero y ahorrar.

Para la contratación de este producto financiero es necesaria la intervención de los padres o representantes legales, ya que estos serán quién se encarguen de gestionar el dinero a disposición del menor. El BdE asevera que "la edad de los hijos a partir de la cual se puede adquirir este tipo de productos varía según las entidades".

Dos tipos de tarjetas para menores

Los menores de edad podrán acceder a dos tipos de tarjetas:

  • Tarjeta de débito: estas tarjetas se suelen vincular a las cuentas bancarias para jóvenes y permiten el pago de sus compras y la retirada de efectivo del cajero automático.
  • Tarjetas monedero o prepago: estas tarjetas son recargables por los padres, por lo que los más pequeños solo podrán disponer del dinero disponible en la tarjeta.

"Dentro de las ventajas asociadas a este tipo de productos, cabría destacar la capacidad de los padres (o representantes legales) para administrar y limitar el gasto de los hijos, así como la cantidad de dinero que puedan sacar de los cajeros, especialmente con las tarjetas prepago", sostiene el organismo bancario.

Desde el punto de vista de los menores, disponer de este tipo de productos bancarios, y, por tanto, de su primer medio de pago, les proporcionará cierta sensación de independencia, siendo necesario además responsabilidad y educación financiera.