Análisis
Generación en pausa: los jóvenes, sin empleo digno ni hogar propio en la España actual
Los precios no paran de subir y las medidas ejecutadas por el Gobierno, como la reforma laboral, la subida del SMI o la Ley de Vivienda no han conseguido respaldar a toda una generación que ha perdido la capacidad de ser independiente
Plan de choque para frenar la precariedad del empleo joven y prioridad de acceso de este colectivo al alquiler con una renta básica de emancipación. Estos fueron los dos principales propósitos económicos del PSOE para los jóvenes en su plan electoral de 2019. Cinco años después, los jóvenes españoles siguen registrando la mayor tasa de paro de la UE, sus salarios reales no han aumentado desde hace un década y España tiene la tasa de emancipación juvenil más baja desde que hay registros.
La tasa de paro, la temporalidad y los salarios son tres indicadores clave que confirman el desalentador entorno laboral al que se enfrentan los jóvenes españoles. En cuanto al desempleo, la situación es incluso peor. En abril de 2019, cuando el PSOE ganó las elecciones por primera vez (aunque comenzó a gobernar en junio de 2018 tras la moción de censura a Rajoy), el 32,7% de los jóvenes españoles -menores de 25 años- estaban parados, la segunda tasa más alta de la UE por detrás de Grecia. En diciembre de 2024, el último dato disponible, España se situaba a la cabeza de la UE en desempleo juvenil, con un 25,3%.
En materia salarial, el decil de salarios del empleo principal del INE, recoge que en el conjunto de 2018 los jóvenes de entre 16 y 24 años tenían una salario bruto medio de 1.091,7 euros. En 2023, este ascendía a 1.368,4 euros brutos, un incremento que ha estado respaldado por la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) acometida por el actual Gobierno, pero que en la práctica no se traduce en un mayor poder adquisitivo. Según datos publicados en agosto de 2024 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los salarios reales de los jóvenes españoles no han aumentado en la última década por el efecto de la inflación, que se “come” el margen ganado.
Asimismo, según datos del Consejo de la Juventud de España (CJE) correspondientes al primer semestre de 2024, casi la mitad (44,6%) de los españoles de entre 16 y 24 años tienen contratos temporales, un porcentaje que se modera al 33,6% si se amplía el rango de edad hasta los 29 años (franja considerada joven para el CJE), pero sigue siendo elevado. Además, el Consejo destaca que el sueldo neto mediano que llegó a los bolsillos de los jóvenes en el primer semestre del año pasado fue de tan solo 1.048,19 euros al mes.
Sin estabilidad económica, el acceso a la vivienda es un espejismo. Actualmente solo el 14,8% de los jóvenes españoles (16 a 29 años) están emancipados, la tasa más baja desde el inicio de la serie, en 2006, según datos del observatorio de emancipación del primer semestre de 2024, elaborado por el CJE. En el primer semestre de 2018, antes de que Sánchez llegara al Gobierno, esta tasa se situaba en el 19,3% y en el primer semestre de 2019, por si se prefiere tomar el periodo exacto previo a que Pedro Sánchez ganase sus primeras elecciones, la tasa era del 18,5%.
¿El problema? Los precios no paran de subir y las medidas ejecutadas por el Gobierno, como la reforma laboral, la subida del SMI o la Ley de Vivienda no han conseguido respaldar a toda una generación que ha perdido la capacidad de ser independiente. “Las personas jóvenes estamos hartas de discursos que nos responsabilizan de esta situación cuando son los datos los que muestran, una vez más, que la juventud trabaja y se esfuerza [...]. Llegar a fin de mes en condiciones dignas no debería ser una recompensa sino un derecho, pero ni siquiera trabajando es suficiente para que nos podemos emancipar”, denuncia el Consejo de la Juventud de España en su último observatorio de emancipación.
Los jóvenes no se pueden emancipar ni alquilando ni comprando. Según el Observatorio, la vivienda mediana que se podía encontrar en un portal inmobiliario tenía un precio de 1.072 euros al mes, el precio más alto de la historia. Es decir, que a una persona que cobrara el salario mediano joven le faltarían 23,81 euros mensuales para poder vivir solo. Todo esto sin contar el resto de gastos asociados como los suministros y la comida.
En el caso de querer comprar, el panorama no es mucho más alentador. La vivienda media ronda los 189.560 euros. Esto es lo mismo que decir que un joven necesitaría 15 años de sueldo para poder comprarse una casa. Además, para poder pagar una entrada debía ahorrar, de media, 56.868 euros, cifra que se alcanzaría con el salario íntegro de 4,5 años. Compartir piso es la única salida habitacional que le queda a este colectivo, que aún debe destinar el 35,8% de su salario a pagar la renta de una habitación, por encima del 30% recomendado por varios organismos.
Las dos grandes soluciones que el Ejecutivo de coalición ha lanzado para solventar el problema del acceso a la vivienda entre los jóvenes es el bono de alquiler y los avales ICO para comprar. Según datos correspondientes a 2023, el bono joven de alquiler sólo llegó al 0,6% (57.000 personas) de los más de 9 millones de jóvenes de entre 18 y 35 años, franja de edad que tiene acceso a esta ayuda si su salario y vivienda cumplen los requisitos. En cuanto a los avales estatales para que menores de 35 años y familias con menores puedan conseguir una hipoteca al 100% (el ICO actúa como avalista para el 20% de la entrada), el Gobierno calcula que solo facilitará la compra de 50.000 viviendas y los expertos avisan de su peligro, ya al financiarse una mayor cantidad, tanto la cuota como los intereses serán más elevados, llegando a elevar un 25% el desembolso para adquirir la vivienda.