Infraestructuras
El Grupo ACS conecta EEUU y Canadá a través del Gordie Howe
►La infraestructura se convertirá en un enclave estratégico para el comercio de la zona y en uno de los puentes más espectaculares
En la frontera que separa los Estados Unidos de Canadá, el Gordie Howe International Bridge aparece como una de las mayores hazañas de la ingeniería contemporánea. Esta infraestructura, en construcción por parte de un consorcio liderado por el Grupo ACS a través de FlatironDragados, destaca no solo por su magnitud (tiene una longitud total de 2,5 kilómetros y un vano principal de 853 metros, el más largo de Norteamérica), sino también por su impacto en la conectividad y el comercio entre ambos países.
El puente, que unirá Detroit y Windsor, está diseñado para soportar seis carriles de tráfico y uno exclusivo para peatones y ciclistas. Su construcción implica el uso de más de 27.000 toneladas de acero y 220.000 metros cúbicos de hormigón, cifras que reflejan la envergadura del proyecto.
Mucho más que un puente
La relevancia del Gordie Howe International Bridge trasciende lo estructural: se trata de una puerta de entrada clave para el intercambio de bienes y personas, en una de las fronteras más transitadas del mundo. Una vez operativo, canalizará hasta el 25% del comercio por carretera entre Estados Unidos y Canadá, fortaleciendo una conexión estratégica clave para el crecimiento de la región.Y en el sur de Estados Unidos, otro proyecto emblemático del grupo dirigido por Florentino Pérez y Juan Santamaría muestra su posición en el continente americano: el Harbor Bridge de Corpus Christi, en Texas.
El puente, que acaba de celebrar su inauguración oficial, sustituye a la infraestructura anterior, que data de 1959, y está pensado para durar 170 años. No se trata únicamente de una mejora estructural: es un símbolo de progreso que dinamizará la economía y la conectividad de la región. Su estructura atirantada garantiza además una mayor resistencia ante huracanes y condiciones climáticas extremas.
Joyas de la ingeniería en todo el mundo
Estos puentes, reflejo de cómo la ingeniería se pone al servicio de la cohesión territorial y la integración de regiones, son solo dos muestras de un liderazgo con una visión global.
En España, la huella del Grupo ACS es especialmente visible en dos obras que han marcado un antes y un después en la infraestructura nacional. El Puente de la Constitución de 1812, situado en la bahía de Cádiz, es un buen ejemplo. Con una longitud de más de tres kilómetros y una altura de 69 metros sobre el nivel del mar, se trata del más largo de España. Su construcción ha supuesto una mejora sustancial en la movilidad de la bahía, permitiendo un acceso más eficiente al puerto y contribuyendo al desarrollo económico y social de Cádiz.
En la otra punta de España, el Puente de Rande sobre la ría de Vigo es otro icono de la ingeniería española. La ampliación de este puente, llevada a cabo también por Dragados, ha permitido duplicar la capacidad de tráfico manteniendo la armonía con el paisaje, respetando el entorno natural y sin cortar el tráfico en ninguna de las fases de la ampliación. El proyecto ha sido reconocido internacionalmente por su innovación técnica y su contribución a la vertebración del noroeste peninsular, consolidando al grupo como un actor clave en la modernización de las infraestructuras del país.
Y en Zaragoza, el trabajo de Dragados fue especialmente relevante de cara a la preparación de la ciudad para albergar la Expo de 2008. El Pabellón Puente, diseñado por la arquitecta Zaha Hadid, se convirtió en una de las infraestructuras más emblemáticas.
Fuera de nuestras fronteras, la presencia de ACS se extiende por Europa. En Escocia, por ejemplo, destaca el Queensferry Crossing. Inaugurado en 2017 en presencia de la Reina Isabel II, es el puente atirantado de tres torres más largo del mundo. Su construcción supuso un reto titánico debido a las condiciones extremas de la zona: fuertes corrientes, bajas temperaturas y vientos implacables. En su construcción se utilizaron 37.000 km de cableado, suficiente para dar la vuelta a la Tierra, 150.000 toneladas de hormigón y 35.000 de acero.
En Dinamarca, el East Bridge del Great Belt es una de las mayores obras de ingeniería civil de Europa. Construido por Hochtief, este puente conecta las islas de Selandia y Fionia, permitiendo el tránsito ferroviario y por carretera a través del mar Báltico. Es uno de los puentes más largos del mundo y ha sido clave para la integración del norte de Europa, facilitando el comercio y la movilidad entre los países escandinavos.
La proyección se extiende también a Asia, donde la experiencia acumulada en grandes infraestructuras se traduce en la ejecución de proyectos que conectan continentes y culturas. Con la finalización del Puente del Bósforo en Estambul en 1973, HOCHTIEF hizo realidad un sueño de casi dos milenios y medio de antigüedad. El puente colgante de 1.560 metros conecta Europa con Asia y fue, por tanto, el primer puente que unió dos continentes.