Industria aeronáutica

La interminable crisis de Boeing continúa: obligada a detener las pruebas de vuelo del 777X y a revisar 895 aviones 787 por otro accidente

La compañía suma numerosos accidentes e incidentes en los últimos años

Economía.- Las entregas de Boeing en julio muestran una ligera recuperación al igualar la cifra de 2023, con 44 envíos
Economía.- Las entregas de Boeing en julio muestran una ligera recuperación al igualar la cifra de 2023, con 44 envíosEuropa Press

Boeing sigue sumando nuevos capítulos en la ya casi interminable crisis que vive desde finales de 2018, cuando un avión de su modelo 737 MAX se estrelló en Indonesia provocando la muerte de 189 personas. Hoy ha trascendido que el fabricante estadounidense ha tenido que detener el desarrollo de uno de sus nuevos modelos y dejar en tierra centenares de aparatos de otro tras otro accidente.

Según ha informado la agencia Bloomberg, la compañía ha detenido las pruebas de vuelo de su nuevo avión 777X al encontrar una pieza dañada tras la inspección de una flota de cuatro aeronaves en busca de grietas en un componente estructural que monta los motores de General Electric en las alas del avión.

El fabricante estadounidense tiene previsto sustituir la pieza y reanudará las pruebas de vuelo cuando esté listo.

La compañía ha informado a la Administración Federal de Aviación (FAA) y a sus clientes del problema en el soporte del motor, diseñado a medida para el 777-9, el primer avión de la familia 777X.

Este problema se suma al sinfín de contratiempos que está encontrando Boeing para certificar su mayor avión de pasajeros, cuyo desarrollo acumula un retraso de cinco años.

Aviones en tierra

Junto a los problemas del 777X, hoy también ha trascendido que la FAA ha ordenado la inspección inmediata de 895 aparatos de la familia de aviones 787 de Boeing para verificar el funcionamiento de los asientos de pilotos y copilotos tras el incidente que en marzo sufrió una aeronave de la compañía Latam Airlines.

La FAA ha informado en un comunicado de la emisión de "una Directiva de Aeronavegabilidad efectiva inmediatamente" para algunos aviones de Boeing 787-8, 787-9 y 787-10. La orden señala que las compañías aéreas que operan estos aviones deben inspeccionar en los próximos treinta días los asientos del capitán y copiloto para detectar la falta, o rotura, de tapas de interruptores.

En marzo, un 787-9 de Latam Airlines se desplomó en el aire cuando volaba de Australia a Nueva Zelanda, causando 50 heridos.

Tras investigar el incidente, la FAA determinó que el incidente se produjo porque un miembro de la tripulación tocó de forma inadvertida un interruptor situado en el asiento del piloto que no contaba con una tapa para evitar su activación accidental. El interruptor desconectó el autopiloto del avión y provocó finalmente el desplome del aparato. La FAA ha recibido informes de incidentes similares en otros aviones Boeing 787.

Desde el accidente de Indonesia, los accidentes e incidentes en Boeing se han sucedido. En un reciente reportaje publicado por el diario "The New York Times", más de una docena de ex trabajadores de la compañía apuntan a lo mismo: "el nivel de experiencia laboral ha disminuido desde el inicio de la pandemia", a lo que se suma que la velocidad de producción muchas veces ha provocado que los proveedores de piezas tengan "dificultades para cumplir con los estándares de calidad mientras producían piezas al ritmo que Boeing quería¨, anteponiendo la velocidad de producción a la seguridad de los pasajeros.