La UE autorizará el uso del glifosato cinco años más

Tras varios años de negociaciones, el voto a favor de 18 países permite que el herbicida más utilizado en el mundo siga hasta 2023.

El uso del glifosato, el herbicida más utilizado en el mundo, estará autorizado en la Unión Europea durante cinco años más a partir de 2018. Después de varios años de negociaciones, los Estados miembros de la UE adoptaron por mayoría cualificada la propuesta que había presentado la Comisión Europea para renovar por un quinquenio la autorización del citado producto. En la votación, 18 delegaciones se mostraron a favor, entre ellas la de España; hubo nueve votos en contra, entre los que destacan los de Francia e Italia, y sólo una, abstención, la de Portugal. Esta decisión fue posible gracias a que cuatro delegaciones, las de Alemania, Bulgaria, Polonia y Rumanía, cambiaron su posición en relación con las votaciones anteriores. Especialmente significativo es el caso del Gobierno de Berlín, en funciones. A pesar de ello, el ministro se ha atrevido a cambiar de bando.

El comisario de Sanidad, Vytenis Andriukaitis, mostró su satisfacción y señaló que «la votación muestra que cuando queremos y nos esforzamos somos capaces de aceptar y de compartir nuestra responsabilidad colectiva en la toma de decisiones». Con anterioridad, había advertido que si no se lograba una mayoría cualificada no se renovaría la autorización del glifosato. A pesar de lo anterior, el Gobierno de Francia ha anunciado que tiene intención de prohibir totalmente el glifosato en un periodo máximo de tres años. Desde Italia plantean también medidas restrictivas. Hay que tener en cuenta que, aunque la autorización de las sustancias activas se pacta a escala comunitaria, la decisión de comercializar en el mercado nacional productos acabados que contengan sustancias como el glifosato es competencia de los Estados miembros.

Las organizaciones agrarias de la UE se habían manifestado en diversas ocasiones a favor de la renovación de la autorización y han criticado tanto la actitud de la Comisión Europea de plantear solo cinco años, como de los Estados miembros que se oponían. Las organizaciones ecologistas, que habían constituido la Platataforma «Stop Glifosato», pedían que se prohibiese.