
Agricultura
Miedo entre los cerealistas por los bajos precios
Esta situación y los aranceles están provocando pérdidas a los agricultores, que no cubren los costes de producción

Nunca llueve a gusto de todos, reza uno de los refranes más populares que existen. Y este año no va a ser la excepción. Los productores de cereales se encuentran preocupados en estos momentos, cuando falta poco más de un mes para que comiencen las siegas, por tres motivos: el primero, por los bajos precios que se registran en el mercado interior; el segundo, por las consecuencias negativas que puedan tener las lluvias en el resultado final; el tercero, por los aranceles que ha decidido aplicar la Unión Europea (UE) a las importaciones de algunos tipos de fertilizantes procedentes de Rusia y Bielorrusia. Según destacan las organizaciones agrarias con mayor presencia entre los cerealistas, los actuales precios en el mercado interior, que es muy dependiente de lo que sucede en los exteriores, están provocando pérdidas a los agricultores, que no cubren los costes de producción. De hecho, la semana pasada se registraron nuevos recortes en las cotizaciones en las principales lonjas.
Desde la consultora Asegrain también han constatado esta tendencia a la baja, con caídas de entre 3 y 5 euros por tonelada para la cebada y el trigo y repeticiones en el caso del maíz. En los puertos la bajada del dólar frente al euro ha provocado descensos en trigo y maíz de entre 4 y 6 euros por tonelada. El precio que se fijó hace una semana en la Lonja de Salamanca para la cebada fue de 212 euros por tonelada y en el trigo blando de 221 euros con bajadas de 2 y 3 euros respectivamente. La volatilidad que se ha instalado en los mercados por la política arancelaria de Trump y la confusión reinante son otros motivos de preocupación entre los cultivadores de cereales.
Por otro lado, la decisión tomada en Bruselas, aumentando los aranceles a las importaciones de fertilizantes de Rusia y Bielorrusia ha sido mal acogida por los agricultores en general, debido al más que previsible aumento de los costes de producción.
A la evolución de los mercados cerealistas se suman los posibles daños provocados por el exceso de lluvias, por lo menos en algunas de las regiones productoras, como en Castilla y León, considerada como el granero de España. Las frecuentes precipitaciones que se han registrado en los últimos meses han causado ya algunos perjuicios en los cultivos y también han favorecido la aparición de plagas en los trigos y cebadas, lo que podría traducirse en una reducción de los rendimientos. Si en un principio las lluvias fueron acogidas con satisfacción, ahora su abundancia provoca cierto temor en zonas concretas de esa región y también de Castilla-La Mancha y Andalucía. Las tareas de siega comenzarán dentro de poco más de un mes en las comarcas más tempranas de Murcia y de Andalucía y entonces será el momento de comprobar sobre el terreno los resultados.
En cualquier caso, las lluvias han servido para que se recuperasen las tierras de la situación de sequía que existía con carácter general y han contribuido a llenar los embalses de cara a la próxima campaña de riego. La nieve acumulada en las montañas también se traducirá en más entrada de agua en los pantanos cuando se produzca el deshielo.
Mientras tanto, en el sector del olivar las precipitaciones recogidas en los últimos meses han sido acogidas con gran satisfacción, ya que, en la mayoría de las zonas productoras, especialmente en la provincia de Jaén, los olivos acumulaban varios años de sequía. Las lluvias han permitido que se recuperasen los árboles y que afronten la floración que llegará en las próximas semanas en una situación mucho mejor que en las tres últimas campañas.
Por otro lado, durante los últimos meses se han registrado importantes caídas de precios debido a la recuperación de la producción durante la actual campaña, tendencia que podría acentuarse si se confirman las buenas perspectivas de cara a la próxima. Esos recortes de los precios en origen se han notado en la evolución del IPC.
Así, en marzo se registró una nueva caída, en este caso del 5,4%; si se compara con los niveles de hace un año se comprueba que la bajada ha sido del 37,9%, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística. El producto que más subió el mes pasado fueron los huevos con un 7,2%. En comparativa anual los mayores incrementos se han registrado en la carne de ovino con el 12,8% y en la de vacuno con el 12,3%.
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