Banca

La OPA de BBVA elevaría a 18.000 los despidos por las fusiones

Las tres últimas operaciones han costado 13.200 empleos y 3.500 sucursales, a lo que se sumarían las 5.000 salidas que podría haber en el Sabadell y otras 500 oficinas

 Fotografía de archivo, de la sede corporativa del Banco Sabadell en Sant Cugat del Vallés (Barcelona).
sede corporativa del Banco Sabadell en Sant Cugat del Vallés (Barcelona).Toni AlbirAgencia EFE

La reconversión bancaria española ha producido desde 2008 un ajuste importante en el número de empleados. Tras treinta años con una fuerza laboral que superaba el cuarto de millón de trabajadores, a partir del estallido de la primera Gran Crisis Financiera el sector impuso un ajuste desde 270.085 trabajadores en ese año hasta los 158.217 de 2022, último registro contabilizado por Funcas. En el mismo sentido, la red de oficinas ha ido adelgazando desde el tope de 45.700 de 2008 hasta las 17.600 de la actualidad, tras un proceso de ajuste postcrisis y el avance de la digitalización, que han ido reduciendo el número de sucursales, con especial incidencia en el último lustro, coincidiendo con las últimas fusiones bancarias.

La concentración bancaria ha sido especialmente intensa en el caso español, con procesos de asimilación más intensos. Para muestra un dato: las tres últimas fusiones de entidades españolas provocaron 13.200 despidos y el cierre de 3.500 oficinas. Y estas cifras aumentarán ostensiblemente si la OPA hostil lanzada por BBVA sobre Banco Sabadell acaba finalmente materializándose.

Según datos del Banco de España, entre 1993 y 2023 el número de bancos españoles pasó de 262 a 109, lo que supone una reducción del 58%. En esos mismos treinta años, la entrada de competidores extranjeros aumentó, elevando sus sucursales de 53 a 76.

Con la OPA de BBVA sobre Sabadell desaparecería un banco y se contabilizarían miles de empleos menos, que conllevaría también un cupo de cierre de oficinas, las que entren en duplicidades y sobreexposición comercial, como ocurrió en el caso de Bankia. Así, y según reconoció el propio presidente del BBVA, Carlos Torres, tanto la plantilla como el número de oficinas se verían reducidas. «Habrá despidos en un primer momento, pero siempre desde el diálogo y sin medidas traumáticas», dijo el día que anunció la operación. Analistas financieros consultados por LA RAZÓN estiman que en esta fusión, ambas plantillas sufrirían ajustes, pero sería la del Sabadell la que tendría que asumir la mayor pérdida. Con cifras de cierre de 2023, el banco con sede en Alicante aportaría a la nueva entidad una plantilla de 19.213 personas, 13.441 de ellas en España, y 1.414 oficinas. Según las mismas fuentes, al menos un tercio de sus trabajadores tendría que salir, lo que equivaldría a entre 4.000 y 5.000 empleados. Pero la plantilla de BBVA también tendría que asumir una parte de las salidas. En el caso de las sucursales afectadas, los expertos muestran más dudas, ya que dependería de la estrategia comercial que quiera seguir la nueva corporación, pero no serían menos de 400 las que deberían echar el cierre, aunque otras fuentes apuntan a que la cifra podría subir a 600.

El propio Banco Sabadell informó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de que la OPA provocará a la entidad que preside Josep Oliu «múltiples incertidumbres» y pérdidas irreparables de «personal cualificado», «oportunidades profesionales» y «acuerdos estratégicos».

Hasta que se conozca la resolución final de esta operación, los despidos han parado el contador en 13.200 y 3.500 oficinas cerradas en las tres últimas grandes fusiones bancarias, convirtiendo al sector financiero patrio en el que más bajas acumula de toda Europa y elevaría la cifra de empleados despedidos a 18.200 si se suman las bajas que llegarían de la fusión que se ha propuesto.

La integración del Banco Popular en el Santander ya provocó la salida de 4.648 personas, que se articuló principalmente a través de dos expedientes de regulación de empleo, con la destrucción de 1.100 empleos del centro corporativo y más de 3.200 en las oficinas. Las salidas de empleados representaron el 13% de la plantilla de la entidad combinada y el 44% de la del Popular en España en el momento en el que fue comprado por el Santander, mientras el resto de entidades españolas redujeron su plantilla un 4% en el mismo periodo. Además, la integración del Popular en la estructura del Santander supuso el cierre de 1.276 oficinas, la mayoría en 2019, coincidiendo con su integración operativa y con el ERE de personal de la red de sucursales. En el resto de entidades españolas ese año cerró el 11% de sus oficinas, según datos recopilados por Efe.

La fusión de Bankia con CaixaBank tuvo impacto negativo más importante, al provocar la salida de 6.409 personas, lo que equivalía al 40% de la plantilla de la entidad absorbida y participada por el Estado o el 14 % del grupo combinado. Los despidos se articularon principalmente a través de un ERE de 6.452 empleados ejecutado en 2022 y que estuvo acompañado del cierre de 1.814 oficinas, el 31 % de la red de la entidad resultante o el 86% del número de sucursales que tenía Bankia, mientras el resto de bancos cerró un 14%.

La última gran integración fue la de Unicaja Banco y Liberbank, que provocó la salida de 2.174 personas, equivalente al 58% de la plantilla de la entidad absorbida o al 22% de la entidad combinada. El ERE, que sigue en ejecución, supondrá la salida de 1.513 empleados hasta finales de 2024, al que se suman 1.200 prejubilaciones de trabajadores en excedencia del grupo. En paralelo, la absorción de Liberbank por Unicaja Banco trajo el cierre de 444 oficinas, la mayor parte en 2022, coincidiendo con la integración operativa de ambas entidades. El cierre de oficinas representó el 32% de la red conjunta y el 77% de la de Liberbank.

BBVA intenta trasladar normalidad y defiende que el impacto en ambas plantillas sería limitado, aunque ha evitado desvelar las cifras que maneja para ajustar la plantilla, que los sindicatos temen que sean similares a las de las última tres fusiones.