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Pau Antó, economista, sobre la mentalidad de ocio: “No es falta de dinero”

Para muchos españoles, gastar 300 euros en ocio es normal, pero invertirlos es una locura, un miedo a lo desconocido que frena el ahorro pese a que las oportunidades de inversión crecen por todo el país

Pau Antón, economista, y su secreto para que tus ahorros aumenten a lo grande: "Esto es lo que haría para duplicarlo" Pau Antón, economista, y su secreto para que tus ahorros aumenten a lo grande: "Esto es lo que haría para duplicarlo"
Pau Antón, economista, y su secreto para que tus ahorros aumenten a lo grande: "Esto es lo que haría para duplicarlo" Pau Antón, economista, y su secreto para que tus ahorros aumenten a lo grande: "Esto es lo que haría para duplicarlo"YouTube

La historia de Nacho, un joven de 24 años, rompe con muchos de los tópicos que pesan sobre su generación. En lugar de destinar la mayor parte de sus ingresos al ocio inmediato o a viajes fugaces, ha decidido enfocar su disciplina en un objetivo mucho más ambicioso: ahorrar para la entrada de una vivienda. Su caso, aunque pueda parecer una excepción, ilustra un cambio de mentalidad que empieza a consolidarse entre los más jóvenes, quienes ven en la planificación financiera una necesidad ineludible.

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De hecho, este esfuerzo por construir un futuro sólido contrasta con una realidad cultural muy arraigada en España. El ladrillo sigue siendo el gran anhelo de muchos, pero la disciplina que requiere choca con la inclinación por el gasto inmediato. La historia de Nacho demuestra que el ahorro se está consolidando como la herramienta para construir un patrimonio, una idea que desafía la costumbre de priorizar el consumo a corto plazo por encima de cualquier proyecto de inversión a largo plazo.

Sin embargo, esta mentalidad de planificación convive con una llamativa contradicción que define a muchos españoles. Desembolsar trescientos euros en una cena o una escapada de fin de semana se asume con total normalidad. En cambio, destinar esa misma cantidad a un producto financiero es a menudo percibido como una auténtica locura, una decisión arriesgada y reservada solo para expertos, una barrera psicológica que el analista Pau Antó ha señalado en repetidas ocasiones.

En este sentido, el problema de fondo, según recalca Antó, no reside en la capacidad económica. La cuestión, insiste, "No es falta de dinero", sino un "exceso de justificaciones" alimentado por una escasa formación financiera y el miedo a lo desconocido. Para combatir esta inercia, una de las recomendaciones más extendidas entre los expertos es la de apartar al menos el 20% de los ingresos mensuales, un hábito que sienta las bases para empezar a rentabilizar los ahorros.

Superar el miedo: de la formación a las nuevas oportunidades

Por ello, una vez se supera esa barrera inicial, el sector inmobiliario continúa ofreciendo oportunidades notables para quienes buscan rentabilidad más allá de los mercados tradicionales. Un ejemplo claro es el análisis de Juanlu Cruz, quien ha puesto el foco sobre lo que describe como un "nuevo cinturón dorado de la inversión" localizado en dos provincias de la Comunidad Valenciana, demostrando el dinamismo de un sector que sigue generando focos de interés.

Asimismo, para aquellos inversores con una mayor tolerancia a la volatilidad, el abanico de posibilidades se abre para distintos perfiles de riesgo. Más allá del tradicional refugio en el ladrillo, existen otras alternativas que también captan la atención de quienes buscan diversificar su cartera, con activos como el oro o la plata que, aunque más inestables, forman parte de una estrategia de inversión completa y adaptada a cada necesidad.