Economía
La pobreza sigue cayendo en Argentina
En apenas año y medio el gobierno de Milei está revirtiendo cuatro años de empobrecimiento peronista
Una de las principales magnitudes económicas para medir la salud social de un país es su tasa de pobreza. En Argentina, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) la calcula semestralmente, de modo que la cifra oficial correspondiente a la primera mitad de 2025 no se conocerá hasta septiembre. Sin embargo, mientras esperamos ese dato definitivo, varias estimaciones elaboradas por organismos públicos y privados, empleando la misma metodología y las mismas bases estadísticas que usa el propio INDEC, ya permiten anticipar una conclusión clara: la pobreza en la Argentina de Javier Milei está cayendo con fuerza.
El Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, dependiente del Ministerio de Capital Humano, sitúa la tasa de pobreza del primer trimestre de 2025 en el 31,7%. Esto supone una caída de siete puntos porcentuales respecto a la media del segundo semestre de 2024, lo que nos devolvería a niveles de pobreza que no se veían en el país desde 2018. En otras palabras, en apenas año y medio, y tras ejecutar un ajuste fiscal sin precedentes para detener la sangría monetaria heredada, el gobierno de Milei estaría revirtiendo cuatro años de empobrecimiento peronista.
Naturalmente, habrá quien acuse al Ejecutivo de cocinar los datos para arrimar el ascua a su sardina. No obstante, este argumento ignora dos hechos clave. Primero, las estimaciones previas del Ministerio de Capital Humano han coincidido históricamente con gran precisión con los datos oficiales del INDEC. Y segundo, no sólo el Gobierno aporta estimaciones: la Universidad Torcuato Di Tella, de la mano del economista Martín Rozada, calcula la tasa de pobreza del primer trimestre en el 32,3%, prácticamente idéntica a la oficialista. A su vez, CEDLAS, bajo la dirección de Leo Tornarolli, ofrece una estimación semestral (que no trimestral, como las anteriores) del 34,4%, también la más baja desde 2018.
Los críticos dirán que la canasta básica está mal calculada o que la inflación se subestima. Pero lo llamativo es que nunca ofrecen una alternativa numérica coherente: se limitan a sembrar dudas sin atreverse a precisar una cifra distinta. Porque incluso corrigiendo generosamente todos esos supuestos sesgos, la tasa de pobreza apenas subiría dos o tres puntos a lo sumo. Aun así, seguiría siendo notablemente inferior a la que dejó el kirchnerismo.
Mientras tanto, no esperen encontrar esta realidad en los titulares de la prensa progresista internacional: su propaganda del ajuste empobrecedor no resiste el contraste con los datos.