Banca

¿Qué me puede pasar si dejo de pagar una deuda del banco?

La pandemia, la guerra en Ucrania y una inflación desbocada han pasado factura a las familias españolas, haciendo misión imposible para muchos hacer frente a pagos como la hipoteca

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Una persona observa su carteralarazon

No es nada nuevo decir que la vida es cada vez más cara, ya que la pandemia, la guerra en Ucrania y ahora una inflación desbocada han provocado que la economía de los hogares en nuestro país haya entrado en estado crítico. Este escenario ha pasado factura a las familias españolas, hasta llegar al punto de que poder hacer frente a pagos como las hipotecas o incluso las tarjetas contratadas en entidades financieras sea misión imposible. Por tanto, en el caso de que nuestra solvencia caiga en picado, ¿qué sucede si no podemos pagar una deuda del banco?

Las consecuencias dependerán de dos factores determinantes: la duración del retraso y la deuda acumulada, tal y como explica el portal de reclamaciones reclamador.es. En el caso de que se deje de pagar un par de meses la deuda contraída con el banco como puede ser una hipoteca, la entidad financiera aplicará unos intereses de demora que se irán acumulando a la deuda inicial. Por tanto, si pasan varios meses sin pagar, la deuda irá en aumento. "La cantidad que vayan a aplicar tiene que venir especificada en el contrato que se haya firmado con el banco", sostienen desde este portal.

No obstante, en el caso de que el impago se extienda más tiempo, el banco podrá llevar a cabo una reclamación judicial y, si esta deuda sigue sin abonarse, se podrá proceder al embargo de los bienes presentes y futuros. También se incluirían a los avalistas en el caso de que los hubiera, ya que estos deberán hacer frente a la deuda, dado que "es el compromiso que adquirieron al convertirse en avalistas".

¿Puedo dejar de pagar una tarjeta revolving?

Las tarjetas revolving son "un tipo de tarjeta en la que dispones de un límite de crédito determinado, que puede devolverse a plazos, a través de cuotas periódicas", tal y como explica el Banco de España. La peculiaridad de este producto financiero es que la deuda derivada del crédito se "renueva" mensualmente, por lo que disminuye con los abonos que se realicen a través del pago de las cuotas, pero aumenta mediante el uso de la tarjeta, así como con los intereses.

Desde su creación, los poseedores de estas tarjetas se han tenido que enfrentar a intereses muy elevados, lo que ha puesto en peligro la economía de muchas familias en nuestro país. Ante este escenario, y debido a la falta de transparencia de los bancos, los españoles que tengan una tarjeta revolving podrán reclamar su nulidad. No obstante, hasta que se resuelva la reclamación presentada, son muchos los que deciden dejar de pagar esta tarjeta ya que su situación económica se lo impide, lo que puede dar lugar a algunas de las siguientes situaciones:

  • Que se incluya a los poseedores de estas tarjetas en la lista de morosos.
  • Que aumenten aún más los intereses de la tarjeta.
  • Que se bloquee la tarjeta.
  • Que se inicien acciones judiciales contra los poseedores de este producto financiero.

En el caso de que ya se ha comunicado al banco que se quiere anular el contrato y se haya iniciado el procedimiento legal, tampoco se deberá dejar de pagar este producto, ya que el poseedor de la tarjeta revolving seguirá teniendo ciertas responsabilidades.

"Lo ideal es que continúes pagando todas tus cuotas si te lo puedes permitir, porque al finalizar tu reclamación con un resultado favorable, la entidad te tendrá que devolver todo lo que hayas pagado de más", sentencian desde reclamador.es.