Agricultura
La UE quiere más autonomía y seguridad alimentaria
Es uno de los objetivos prioritarios que los Estados Miembros van a fijar a la próxima Comisión Europea
Reforzar la autonomía y la seguridad alimentaria se va a convertir en uno de los objetivos prioritarios que tendrá la Unión Europea durante los próximos cinco años, una vez que se hayan formado el nuevo Parlamento Europeo y cuando entre en funciones el próximo Colegio de Comisarios, desde principios de noviembre. Si finalmente esto se plasma en la realidad, se producirá un cambio importante en relación con lo que ha sucedido en el último quinquenio, periodo durante el que la prioridad ha sido «lo verde», con la transición verde, plasmada en el omnipresente «Pacto Verde», convertido en la prioridad absoluta de la Comisión Europea, presidida por la alemana Ursula von der Leyen, aunque a última hora se haya dado marcha atrás en algunos aspectos, tras las protestas generalizadas de los agricultores y ganaderos en la mayor parte de los Estados miembros.
La Comisión es una de las tres instituciones claves de la UE porque tiene, entre otras funciones y competencias, la capacidad de iniciativa y de presentar sus propuestas al Consejo de Ministros. De ahí la importancia de su papel, además de llevar la gestión del día a día. Luego, el Consejo de Ministros y el Parlamento deben negociar y decidir sobre esas propuestas. Sin embargo, los jefes de Estado y de Gobierno marcan las prioridades del Colegio de Comisarios para cada uno de sus mandatos de cinco año de duración. Y eso justamente es en lo que están ahora los representantes de los Estados miembros, en preparar las prioridades que se fijaran a los nuevos comisarios. Y hay un cambio respecto al periodo que esta a punto de finalizar, porque todo «lo verde» seguirá siendo prioritario, pero al mismo nivel que otros asuntos, que habían pasado a un segundo plano en los últimos años.
Prioridades
Entre ellos figura la reindustrialización de la UE, con especial incidencia en todo lo relacionado con las nuevas tecnologías, la digitalización de las actividades económicas y la aplicación de la Inteligencia Artificial, para no perder el carro frente a otros países, como EE UU, China e India, por citar algunos. Otra prioridad será la PAC, que estará más orientada a la producción, frente al modelo verde imperante en los últimos años. Así, reforzar la autónoma estrategia en materia agroalimentaria, garantizando un nivel más elevado de soberanía mediante el aumento de la producción de alimentos, fomentar el relevo generacional en el campo europeo y reforzar la posición de los agricultores y ganaderos en la cadena alimentaria, se deberían convertir en los tres ejes fundamentales de la PAC durante los próximos cinco ejercicios.
Todo lo anterior es lo que se desprende del proyecto de conclusiones sobre el futuro de la agricultura europea que ha preparado la presidencia actual del Consejo de Ministros, ostentada por la delegación belga, que fue sometido la semana pasada a los miembros del Comité Especial de Agricultura (CEA). Este documento sitúa al sector agrario en el centro del futuro programa de trabajo de la nueva Comisión. En este papel se alude también, además de a los tres objetivos citados anteriormente, a la reducción de la carga administrativa que soportan los agricultores y ganaderos y a la necesidad de hacer una transición justa hacia una agricultura y ganadería que sean sostenibles. En ese proyecto, los Estados miembros piden a la Comisión que desarrolle una estrategia alimentaria con los agricultores y ganaderos, que estarían en el centro de la misma, para garantizar «una alimentación asequible, suficiente, segura y obtenida de forma sostenible en nuestro continente».
En ese documento se destaca también «el papel crucial de los agricultores para garantizar la seguridad y la autonomía alimentarias en el seno de la UE y sus numerosos esfuerzos para mejorar la sostenibilidad de la producción alimentaria a pesar de estar sometidos a una serie de presiones cuyo impacto es creciente, como la agresión rusa contra Ucrania y las consecuencias del cambio climático». Para apoyar al campo, los Estados miembros sugieren a la Comisión que «examine las preocupaciones por la distorsión del mercado interior debido a los productos importados y actualice regularmente el impacto acumulado de los acuerdos de libre comercio sobre el sector agrario». Más claro, agua. Distinto es que, primero, los jefes de Estado y de Gobierno asuman lo que dice el papel, y, segundo, que la próxima Comisión haga caso a estas instrucciones y objetivos.
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