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Aerolíneas

Los reparos a volar en los 737 Max aumentan tras el incidente de Alaska Airlines

El número de personas que filtraron sus búsquedas en la app de viajes Kayak para aislar el tipo de avión se triplicaron tras el suceso

En Resumen
Boeing Emergency Landing Twitter

 Los accidentes de sendos Boeing 737 Max 8 a finales de 2018 y principios de 2019 en los que perecieron 346 personas no sólo causaron un importante daño económico a Boeing, sino también reputacional. Barclays realizó meses después de ambos siniestros una encuesta en la que un 44% de los consultados aseguró que iba a necesitar al menos un año para volver a estar preparado para volar en uno de estos aparatos una vez volviesen al servicio. Sólo un 39% aseguró que estaría dispuesto a volver a viajar en un 737 Max unas semanas después de que volviese a entrar en servicio.

El problema que afectó a comienzos de año a un Max 9 de Alaska Airlines, que perdió parte de su fuselaje a más de 5.000 metros de altura en pleno vuelo -concretamente, el panel con el que se había sellado un hueco diseñado para alojar una puerta adicional de emergencia-, ha vuelto a resucitar unos temores que parecían cosa del pasado. La app de viajes Kayak lanzó un filtro de aviones en marzo de 2019 y, aunque no suele ser el filtro más utilizado -los viajeros se preocupan más por el de las paradas y los aeropuertos, explican-, la compañía vio una diferencia notable en el uso de su filtro tras el incidente del sábado 6 de enero de un 737 Max: el número de personas que filtraron sus búsquedas para aislar el tipo de avión se triplicó.

El aumento del uso del filtro, que partía de cifras bajas, llevó a Kayak a facilitar el filtro por tipo de avión. La app está cambiando su posición para que sea más visible para los viajeros a la hora de buscar un vuelo.

La compañía también está añadiendo la posibilidad de filtrar específicamente por los modelos de avión 737 Max 8 y Max 9, especialmente, añaden, «porque los aviones Max 8 todavía están en vuelo». En Europa, no hay modelos del tipo 9 en servicio. 

Más control del regulador

Los problemas de Boeing con su avión estrella están siendo tan recurrentes que la Administración Federal de Aviación (FAA) ha tomado la decisión de meter mano en el propio proceso de producción de los aparatos de la compañía. El regulador anunció la semana pasada que aplicará «importantes acciones» para aumentar de inmediato la supervisión de la producción y fabricación de Boeing. Las medidas anunciadas incluyen una auditoría de la FAA de la línea de producción del aparato Boeing 737 Max 9 y sus proveedores para evaluar el cumplimiento por el fabricante de los requisitos de calidad. «Los resultados del análisis de auditoría de la FAA determinarán si son necesarias auditorías adicionales», añadió.

La FAA llevará a cabo un seguimiento especial de los sucesos del Boeing 737 Max 9, realizará una evaluación de los riesgos de seguridad a la autoridad encargada de la supervisión de la calidad y estudiará la opción de trasladar estas funciones a entidades independientes. «Es hora de reexaminar la delegación de autoridad y evaluar cualquier riesgo de seguridad asociado», dijo el administrador de la FAA, Mike Whitaker. La paralización del 737-9 y los múltiples problemas relacionados con la producción identificados en los últimos años, agregó, «requieren que analicemos todas las opciones para reducir el riesgo».

Con anterioridad, la FAA había notificado también a Boeing que está llevando a cabo una investigación para determinar si la empresa no garantizó que los productos terminados cumplieran con el diseño aprobado y estuvieran en condiciones de operar de manera segura en conformidad con las regulaciones de la FAA.

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