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Decelera Ventures: la aceleradora que invita a los emprendedores a parar para avanzar mejor
Tener una idea. Pasar a la acción. Emprender. Montar una empresa. Buscar financiación. Crecer. Escalar. Buscar más financiación. Ante el ritmo trepidante que muchos emprendedores tienen al montar su startup, Decelera propone una visión casi opuesta: Parar. Reflexionar. Analizar. Pensar. Un modelo de aceleración que, paradójicamente, comienza por desacelerar.

Decelera Ventures no es una aceleradora al uso. Su propio nombre ya indica que algo diferente hay detrás de esta iniciativa que cumple ya diez años y que, desde 2021, opera como un fondo regulado. "Somos un poco startups dentro del mundo del Venture Capital", bromea Marcos Martín, fundador y Managing Partner de Decelera Ventures, quien explica que "aunque seamos un Venture Capital, hemos acabado siendo un Venture Capital de early stage después de iterar muchos modelos".
¿Qué es lo que hace diferente a Decelera? En primer lugar, su ubicación. Mientras la mayoría de aceleradoras se sitúan en grandes hubs tecnológicos, Decelera eligió Menorca. "Si nos comparamos con el resto de las aceleradoras, nosotros tenemos un formato distinto. Nos reunimos 10 días, en un centro de alto rendimiento donde se produce ese proceso de aceleración", señala Martín.
Esta peculiar localización no es casualidad. Según relata Martín, un día hablando con su mujer, con la que vivía “en muchísimos sitios del mundo”, sacaron su lado más de ingenieros y empezaron a buscar un sitio con “la playa de África, la calidad de vida de Europa y el nivel de contactos de Estados Unidos”. “Hicimos ahí nuestra matriz y dijimos, vamos a vivir a Menorca a probar, a ver qué pasa".
Un modelo eficiente y transformador
El modelo resulta muy eficiente en costes. "La gente no se tiene que ir a vivir a Menorca, abrimos un campus 10 días y lo cerramos y ya está", explica. Además, los mentores, a los que llaman "experience makers", son emprendedores de éxito que "van rotando, vienen periodos de 3 o 4 días y entonces se crea un espíritu muy divertido, muy de compañerismo, muy para la startup".
La propuesta de valor para las startups es clara. "Un emprendedor en early stage va como pollo sin cabeza siempre. Entonces, si abres un espacio de 10 días, siendo Venture Capital además, para frenar, reflexionar, ver dónde vas, cuáles son tus retos, intentar ponerle solución, es una propuesta de valor infinita", asegura Martín.

El programa de 10 días es intensivo y está estructurado en fases. "La primera fase es Breathe, la segunda es Focus", detalla Martín. "Son dos días donde les frenamos en seco. Les llevamos a hacer yoga, mindfulness... Yo necesito hacer todos los días un poco de meditación y estiramiento porque me va bien. Hay gente que tiene ya cercanía con el asunto, pero otra que no lo ha hecho en su vida. Pero les obligamos. ¿Por qué? Porque lo que queremos es que frenen en seco".
Desacelerar para acelerar mejor
Pero esta "desaceleración" no significa que no haya trabajo duro. "Es muy gracioso porque el último día todos se ríen y dicen, 'oye, es verdad, veníamos aquí a la playa, a un sitio maravilloso, pero nos habéis metido una caña muy grande, especial en emociones, en vínculos, en network, que agradecemos muchísimo porque son cosas que en el día a día no pasan'", relata Martín.
El concepto de Decelera surgió de una experiencia personal. "Cuando empezaba este proyecto, cuando aterricé en Menorca, después de haber migrado, mi cerebro funcionaba de otra forma. Eso es algo súper evidente. Pensaba: 'pero si este problema es sencillísimo, ¿cómo no lo estaba viendo?'. Y eso me lo estaba dando Menorca", recuerda.
Según Martin, lo que se consigue tras estos 10 días es “decelerar en los fuegos y en las rutinas que estáis apagando todos los días” para “acelerar en visión, en estrategia, en los retos que van a tener como compañía a largo plazo”. Porque, asegura, el objetivo es que los emprendedores salgan”con una hoja de ruta muy clara".
Sin embargo, no todo el mundo puede participar en esta aventura. El proceso de selección es riguroso, según Martín. "El año pasado aplicaron 2.400 compañías", comenta. "Hacemos un proceso de selección con jueces online, luego van pasando etapas como compañía y van pasando al top 400, al top 50 y al top 25, que son las compañías que nos llevamos". De esas 25, acaban invirtiendo en unas 10, con tickets iniciales de entre 150.000 y 300.000 euros.

¿Qué buscan en las startups? "Somos bastante agnósticos en sector, queremos que sean tecnológicas, con valoraciones de 5-6 millones máximo. Compañías que tienen tracción o poquitos ingresos pero que no tienen el Product Market Fit todavía", explica Martín. Pero lo más importante son los equipos: "Buscamos equipos con los que te cruzarías el océano Atlántico y que el proyecto tenga un propósito, que haya un buen propósito detrás. Que ese emprendedor, esa emprendedora, se levante por las mañanas y diga, 'mira, es que esto lo soluciono yo o no lo soluciona nadie'. Que el motor que mueve a ese equipo no sea 'me voy a forrar'. Eso tiene que ser una consecuencia de que estás resolviendo un problema que has visto y que no te deja dormir".
El factor humano en el centro
Una de las claves distintivas de Decelera es su enfoque en el bienestar emocional de los emprendedores. "Encontramos que el ecosistema ponía en el centro los indicadores, no al emprendedor. Hemos querido hacer algo que ponga en el centro al emprendedor. La lógica es muy sencilla: si la compañía es buena y además el emprendedor está bien, va a ser doblemente buena", afirma Martín.
Este enfoque se materializa en lo que ellos llaman "human diligence". "Invertir en early stage es invertir en personas más que en proyectos, porque va a iterar y va a pivotar y va a cambiar 500 veces hasta que tenga éxito. Pero nadie le había puesto tiempo. Nosotros dedicamos 10 días, realmente entendemos qué equipo es, cómo se ha construido, cómo opera. Y vemos que ahí hay una conexión importante", explica.
Además, insiste en que a los participantes se les insiste mucho en " por qué es importante el bienestar personal. Les decimos, mira, tu outer success está conectado con tu inner success. Y cuanto más equilibrado esté, mejor serán los dos", comenta Martín, destacando cómo este aspecto diferencia a Decelera de otras propuestas en el mercado.
Los rituales forman parte esencial del programa. "El sitio donde trabajamos lo llamamos 'patio'. Es como nuestro templo, es donde van a dar las charlas los experience makers, donde se hacen los manuales de todo. Es un sitio de respeto y. Para entrar hay que descalzarse. Son rituales muy demandados, hemos tenido muchos emprendedores que han incorporado estas rutinas en sus días", comenta Martín.
Pero Decelera no termina con esos 10 días en Menorca. "Cuando salen del programa, los integramos en grupos (ahora mismo tenemos 20). Son peer groups, 6-7-8 emprendedores que se juntan una vez al mes para cuidar la parte personal", detalla. "No es para cuidar la parte de empresa, hay una agenda, un orden muy estricto, hay distintas dinámicas de confidencialidad y confianza, no se juzga, no se aconseja sin que te lo pidan."

Crecimiento con propósito
¿Está este enfoque reñido con el crecimiento? Según Martín, no. "No somos una organización que busque el slow business, creemos que los emprendedores tienen que crecer. Sí que creo que el slow life no está reñido con crecer rápido, pero creemos que puedes tener una buena vida emocional y hacer una empresa muy grande".
Para ilustrarlo, menciona el caso de una de sus startups: "Tenemos una que podría ser la cura contra el cáncer, que es una detección tempranísima. Entonces, cuantas más personas en el mundo tengan acceso a este análisis, mejor. Hay un propósito muy fuerte. Es muy importante el matiz: no es crecer para hacerse rico, es un propósito muy grande que impacta a mucha gente y que resuelve muchos problemas".
¿Y el futuro del venture capital? Martín lo ve con optimismo cautivo: "Creo que la industria se ha dado cuenta de que un emprendedor sano emocionalmente aumenta la probabilidad de éxito del proyecto. Hay inercias antiguas, y las inercias son dificilísimas de cambiar. Los nuevos actores sí lo tienen mucho más en cuenta, los viejos actores lo maquillan un poco".
Y añade con una metáfora marina: "Es un sector que tiende a recalentarse y que va haciendo recesiones cíclicas. Hemos visto una gordísima en 2021, ahora se está activando otra vez, volverá a calentarse y dentro de unos años volveremos a tener una corrección. Es como cuando vas al mar y viene la serie de las tres olas grandes. Lo que quieres es entender dónde está esa serie para cogerlas".
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