Telecomunicaciones
Una Telefónica bajo control del gobierno de Arabia Saudí, «poco realista»
Los analistas consideran que tendría demasiadas implicaciones políticas a pesar de que STC dispondría de entre 4.000 y 6.000 millones más
A pesar del revuelo que ha suscitado el desembarco de Saudi Telecom (STC) en el capital de Telefónica, la realidad es que muy pocos son los que consideran que la operación entrañe riesgos ni para el gobierno de la operadora española ni para algunos de los negocios estratégicos que desempeña. De hecho, son muchos los analistas que están convencidos de que es poco realista pensar que Telefónica pueda acabar controlada por las autoridades de Arabia Saudí.
Scope Ratings asegura en un análisis sobre la operación que a los promotores de operaciones transfronterizas «les ha resultado difícil convencer a las autoridades europeas de sus buenas intenciones». La agencia de calificación asegura que «para los gobiernos, los operadores nacionales europeos siguen siendo activos estratégicos sobre los que puede resultar difícil aceptar la influencia extranjera, por no decir el control, incluso cuando el Estado ya no es accionista, como ocurre en el caso de Telefónica». Scope añade que «en los últimos años ha cobrado cada vez más relevancia la importancia de garantizar el control político nacional sobre la infraestructura de telecomunicaciones, partiendo de las revelaciones de espionaje del denunciante de la NSA Edward Snowden hasta la conmoción económica que supuso la pandemia del virus Covid, que llevó a generalizar el trabajo a distancia». Por todo ello, asegura que «sería poco realista pensar que un operador europeo de telecomunicaciones pudiera acabar cayendo bajo el control de los Gobiernos saudí o emiratí».
En el mismo sentido que Scope Ratings, el banco de inversión Bryan Garnier cree que STC no irá más allá del 9,9% que ya ha adquirido porque implicaría un escrutinio más a fondo de la operación por parte del Gobierno. Las entradas de capital extranjero en compañías españolas de peso que superen el 10% deben recibir la aprobación del Ejecutivo. De hecho, STC también va a pedir permiso a Defensa para comprar el 5% que ha adquirido a través de instrumentos financieros dado que Telefónica tiene negocios relacionados con la Defensa Nacional. En estos casos, el umbral para necesitar autorización queda rebajado al 5%.
Tampoco ven factible que Arabia Saudí pase el límite al que ha llegado los analistas de Berenberg, dadas «las sensibilidades políticas y al estatus de Telefónica como activo estratégico para España».
Fondos disponibles
Por músculo económico, STC no tendría problema para abordar más compras de capital en la operadora española. Según las estimaciones que maneja el banco de inversión Morgan Stanley, a finales de junio la «teleco» saudí tenía una caja de entre 7.443 y 9.924 millones de euros para salir de compras. De esa cantidad, habría gastado los 2.100 millones que le ha costado el parque de Telefónica y otros 1.200 millones en otro paquete de torres a United Group.
Como explica también Joaquín Robles, de XTB, el sector de las telecomunicaciones europeo despierta cada vez más interés en el Golfo Pérsico. Sin embargo, asegura que por la experiencia demostrada en muchas de ellas, no esperaría cambios destacados en la gestión de Telefónica. STC ha afirmado a este respecto que no tiene intención en participar en la gestión de Telefónica y ha definido esta operación como una oportunidad de inversión.
Sin reuniones a la vista
Por el momento, los movimientos del Gobierno español se han limitado a las declaraciones que han realizado desde el miércoles varios ministros advirtiendo de que se velará por la independencia estratégica de una compañía tan importante como Telefónica. No hay, por el momento, contactos oficiales previstos ni con STC ni con las autoridades saudíes. El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, aseguró que el Gobierno no tiene prevista ninguna reunión bilateral con Arabia Saudí para abordar el asunto. Fuentes gubernamentales añadieron a este respecto que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, no tenía previsto por el momento ningún encuentro con la delegación de Arabia Saudí que acuda a la cumbre del G20 de este fin de semana en Nueva Delhi para pedir explicaciones en relación con la operación. Sánchez, finalmente, no acudirá a la cumbre al haber dado positivo por coronavirus.
Al margen de lo que haga el Gobierno español, desde la Comisión Europea recordaron que en este momento hay en vigor un mecanismo de vigilancia de inversiones directas extranjeras y que el Gobierno puede dirigirse a Bruselas para solicitar ayuda en el análisis de la operación de Telefónica. En todo caso, desde Bruselas recordaron que la última palabra sobre la operación la tendría España.
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