
Motor
Wayne Griffiths dimite como presidente de Seat por motivos personales
Markus Haupt, vicepresidente ejecutivo de Producción y Logística de Seat, asumirá la dirección interina de la empresa

Wayne Griffiths, presidente y consejero de Seat, ha abandonado la dirección de Seat y de Cupra por motivos personales para emprender "nuevos retos" tras cinco años en el cargo. Griffiths deja de esta manera un cargo en la compañía automovilística que asumió en 2020, sustituyendo a Luca de Meo, después de que el pasado mes de junio anunciara también su dimisión de la presidencia de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) ante la "inacción del Gobierno en favor de la electrificación".
Seat ha informado de que Markus Haupt, vicepresidente ejecutivo de Producción y Logística de Seat, asumirá la dirección interina de la empresa y que el sucesor de Griffiths se anunciará próximamente, según un comunicado de la automovilística. "Griffiths ha desempeñado un papel decisivo en la evolución de la marca Cupra. Bajo su liderazgo, Cupra se ha convertido en una marca independiente dentro del grupo Volkswagen y es ahora una de las marcas de automóviles de más rápido crecimiento en Europa", ha resaltado la compañía, que ha explicado que su salida ha sido "a petición propia con efecto inmediato para emprender nuevos retos".
Griffiths, que accedió al cargo en Seat y de Cupra en enero de 2020, ha sido el artífice de la vuelta a los beneficios de la filial española del Grupo Volkswagen y del crecimiento de la marca Cupra, motor en ventas de Seat en los últimos años. Su marcha choca de frente con sus últimas declaraciones públicas en las que aseguraba a Efe que se veía en Seat "hasta el final de mi carrera. Estamos en plena transformación de la empresa, hay mucho trabajo por hacer. No tengo otras ambiciones ni planes personales. Estoy comprometido por completo y quiero seguir hasta el final aquí en esta empresa".
El directivo británico ha decidido dejar su cargo justo cuando la compañía de Martorell atraviesa un momento delicado por los aranceles europeos impuestos al Cupra Tavascan, el vehículo eléctrico que Seat produce en China, y los efectos de esta decisión sobre la producción en la planta de Martorell (Barcelona), y con el acoso arancelario de la Administración Trump. Estos aranceles de la UE a la importación del Cupra Tavascan suman actualmente un 30,7%, del cual un 10% ya estaba previsto anteriormente y un 20,7% se ha fijado de forma adicional. Por ello, si Seat dejara de producir el Tavascan en China debido a los aranceles, la planta de Martorell debería recortar significativamente las unidades de coches de combustión que produce y podría exponerse a perder 1.500 empleos, advirtió en los últimos meses Griffiths, ya que solo la producción de cada vehículo eléctrico permite compensar las emisiones producidas por los de combustión.
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