Editorial
El submarino: Enrique Santiago, cicerone maoísta
Hubo un tiempo en que un miembro del PCE «pata negra» hubiera excomulgado a cualquier camarada que cayera en la deriva prochina
Hubo un tiempo en que un miembro del PCE «pata negra» hubiera excomulgado a cualquier camarada que cayera en la deriva prochina. Pero las cosas cambian y los cascotes del Telón de Acero obligan a resituarse. Que se lo digan a Enrique Santiago, diputado de Sumar y secretario general del Partido Comunista, que días atrás paseó al embajador chino por Mieres y Langreo con ánimo de buscar inversión en dichos municipios. Para la ocasión, incluso, con traje y corbata. Al fin y al cabo, como indicó algún compañero de lengua maliciosa, «los yuanes del capitalismo de Estado lo merecían».
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