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La guerra Junts-ERC y el frente común contra Illa amenazan los comicios

La batalla por liderar el independentismo y el rechazo al PSC abren la puerta a la repetición electoral

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, durante el acto de firma el decreto de disolución del Parlament y de convocatoria de elecciones
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, durante el acto de firma el decreto de disolución del Parlament y de convocatoria de eleccionesQuique GarcíaAgencia EFE

La encuesta de LA RAZÓN publicada ayer ha destapado la caja de los truenos en el siempre complejo escenario de la política catalana. El PSC ganaría las elecciones y los partidos independentistas se han afanado en dejar claro que jamás apoyarán a Salvador Illa como presidente de la Generalitat porque «lidera un partido del 155». Sin embargo, la afirmación en sí misma es un reconocimiento de que Illa será el ganador. Sin este apoyo, de ERC o de Junts, el líder del PSC tiene difícil armar una mayoría que le lleve a la Plaza de Sant Jaume, lo que abre un escenario de repetición.

Al mismo tiempo, Junts y ERC, enzarzados en una lucha sin cuartel entre ellos por ver quién es el genuino representante del independentismo, hacen complejo pensar en un acuerdo que les lleve a repetir una coalición, está vez liderada por los de Puigdemont, que aventajan a los republicanos. Junts acusa a ERC de venderse al PSOE y expone su incapacidad por avanzar hacía la independencia, y ERC afea a Junts que reproduzca miméticamente el debate de 2021 con la vuelta de Puigdemont y de provocar las elecciones por negarse a votar los Presupuestos.

Según los datos demoscópicos, esta posibilidad de gobierno independentista dependería del apoyo de la CUP que, aunque están en horas baja, su apoyo es necesario. Tampoco será fácil, porque la CUP está en plena «guerra civil» entre los dos partidos mayoritarios que la componen –Endevant, que antepone la revolución social a la independencia, y Poble Lliure, que prioriza la independencia para afrontar este cambio social–, lo que ha provocado expulsiones de miembros de Poble Lliure de la cúpula de la formación.

El panorama independentista al completo no queda reflejado en las encuestas. La eurodiputada de Junts Clara Ponsatí y el filósofo Jordi Graupera han creado un nuevo partido, Alhora, que quiere agrupar el voto más radical. En sus primeros compases, el objetivo de sus críticas es Junts, a los que acusan de aportar solo «el regreso de Puigdemont» como reclamo electoral. Calentando la banda está también Aliança Catalana, la formación de extrema derecha. Su presencia en las elecciones puede provocar un tsunami en el espacio independentista.

Todos contra el PSC

Todas estas fuerzas independentistas protagonizan un todos contra todos y un todos contra el PSC. No están solos. El PP, además de Vox, atacará a Illa con la amnistía como telón de fondo, presentándose como la única opción constitucional, seguramente de la mano de Alejandro Fernández. Génova todavía no ha designado candidato, pero la maquinaria de los populares catalanes avanza a buen ritmo con su presidente al frente. Los populares recuperan posiciones en la política catalana por la disolución de Ciudadanos y quiere representar a los catalanes contrarios a la amnistía con un duro discurso que competirá con Vox.

Mientras, los Comunes, en sus horas más bajas, no pierden ocasión de arremeter contra el PSC, y contra ERC, al que acusa de ser el protector del Hard Rock, el complejo turístico de Tarragona, y de hacer dejadez de políticas de izquierda. Jessica Albiach, de la mano de Ada Colau, quiere erigirse en la voz de la izquierda dirigiendo golpes al hígado de los socialistas, tratando de recuperar parte del voto que se queda la CUP y, sobre todo, del electorado republicano que no se siente a gusto con Pere Aragonès.

Los socialistas catalanes tampoco pierden su visión de la política española ni de la vasca, que está convocada a las urnas el 20 de abril. Un buen resultado de Eneko Andueza, clave para garantizar un nuevo gobierno del PNV, puede aupar a Salvador Illa. De hecho, socialistas vascos y catalanes tienen previsto escenificar su sintonía en actos conjuntos en Cataluña y el País Vasco. Illa ha centrado su campaña en el respeto -básico para no romper puentes pensando en el día después- erigiéndose como la mejor opción, reclamando el voto útil. “Unir y servir” es su leitmotiv electoral. De momento, está en cabeza de las encuestas, pero en el entorno del líder socialista sacan a relucir siempre un refrán: “Hasta el rabo todo es toro”.