Junts presentó ayer por la mañana las medidas más importantes de su programa electoral para las elecciones catalanas del próximo 12 de mayo, entre las que la formación liderada por Carles Puigdemont incluye, de nuevo, una amenaza al todavía Gobierno de Pedro Sánchez: si el Estado no cede la totalidad de los tributos a la Generalitat y solventa su «deuda» con Cataluña, los posconvergentes no apoyarán los Presupuestos Generales del Estado.

Habida cuenta de que los siete parlamentarios de Junts en el Congreso de los Diputados son imprescindibles para que el Ejecutivo pueda sacar adelante cualquier tipo de medida parlamentaria, este modelo de financiación «singular», que también solicita ERC, podría convertirse en una realidad más pronto que tarde. En cualquier caso, esta será la propuesta que pondrá sobre la mesa Junts, que confesó que «buena parte del programa electoral se basa en condicionar al Estado para que adopte medidas que beneficien a Cataluña», que justifican a partir del «maltrato al que han sido sometidos los catalanes».

Puigdemont alega que Cataluña aporta más al Estado de lo que recibe. Y también, paralelamente, reprocha que el Estado infraejecute las partidas presupuestarias destinadas a Cataluña en relación a otras comunidades como Madrid, que en ocasiones, afirman, recibe incluso más de las originalmente aprobadas. Bajo este pretexto, Junts también hace referencia en su programa a «cancelar la deuda con el Estado a cuenta de las inversiones presupuestadas y no ejecutadas» y sugiere la modificación de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA) para llevar a cabo la cesión tributaria a Cataluña. Respecto al modelo de financiación, pese a no compartir la solución que plantean tanto los posconvergentes como ERC, sí hay unanimidad entre los candidatos a la Generalitat sobre la necesidad de un nuevo modelo de financiación para Cataluña. El PSC, por ejemplo, aboga por un sistema «más justo», sin necesidad de retocar la ley, mientras otros partidos como Vox o Ciudadanos achacan la «asfixia fiscal» que sufren los catalanes a la propia Generalitat, que ha hecho de Cataluña la región española con mayor número de tributos propios. También de esto habló Junts ayer en la presentación de su programa, prometiendo rebajar la fiscalidad de los catalanes si consiguen presidir la Generalitat.

Supresión de Sucesiones

En el documento, que recoge las medidas que Junts promete implementar en sus primeros cien días de mandato si gobierna tras el 12M, destaca la supresión que propone de algunos impuestos, que ahora Junts considera «excesiva». «Hace falta una revisión razonable para situar el esfuerzo fiscal de los catalanes en un plan de justicia», explicó el expresidente de la Generalitat, sin especificar qué impuesto debe eliminarse. Fuentes próximas a la formación apuntaban hace unas semanas la conveniencia de que Sucesiones fuera el primero de ellos, que en buena parte del partido consideran «injusto».

Junts, no obstante, ha sido defensor del mismo en algunos momentos de su corta historia mientras rehúye ahora mencionarlo específicamente en su programa. La formación aboga, asimismo, por «incentivar la inversión y el consumo» a través de esta revisión, una propuesta a todas luces comparable a las derechas liberales europeas, también al Partido Popular, en este ámbito. Una muestra más de que en la joven formación confían en que su éxito vendrá de la mano de consolidar su posición como herederos de la antigua Convergència, que lideró Cataluña ininterrumpidamente durante más de tres décadas de la mano de este tipo de medidas en el ámbito económico. Junts, en esta línea, también incidió en proteger la lengua catalana.

Un futuro Govern de Junts

La formación posconvergente también estudia quiénes serán los elegidos para implementar estas propuestas en caso de conseguir la confianza de los electores para gobernar. En esta línea, la empresaria Anna Navarro, número dos de la lista por Barcelona, sería uno de los nombres fuertes del Ejecutivo. El exconsejero y número tres de la candidatura, Josep Rull, también formaría parte de un Govern que podría llegar a contar con el diputado Albert Batet.