Juicio a Trapero

El ex director de los Mossos avala que Trapero “estaba en contra” del 1-O: “No era un secreto”

Pere Soler afirma al tribunal que desconocía el plan para detener a Puigdemont

El director de los Mossos durante los meses claves del proceso soberanista, Pere Soler, ha afirmado que conocía la oposición del mayor Josep Lluís Trapero a la consulta soberanista por el riesgo de que se produjeran altercados de orden público. “Claro que estaba en contra y así lo manifestó. No era un secreto”. Pero ha matizado que no le trasladó su plan para detener a Carles Puigdemont si se declaraba la independencia unilateral. Igualmente, ha recordado que el mayor le comentó que pensaba solicitar una reunión con el president y con el conseller Joaquim Forn para intentar frenar la celebración del 1-O, aunque no tuvo conocimiento de las “consecuencias”.

El fiscal le ha preguntado por qué no instó a Puigdemont a desconvocar la consulta. “¿Cómo le voy a pedir al president Puigdemont que no lo celebre?”, se ha sorprendido el ex jefe de los Mossos. “Él aceptaría las consecuencias. Yo hacía lo que tenía que hacer conforme a mis competencias y a los mandatos del Tribunal Constitucional”.

Tras admitir que Trapero le trasladó su malestar por las declaraciones públicas de algunos consejeros sobre la celebración contra viento y marea del referéndum, Soler ha mantenido que no se planteó dimitir porque “nadie me pide que haga un acto ilegal”. “Siempre se apartó al cuerpo de los Mossos de los posicionamientos políticos del Govern”, ha subrayado.

A lo largo de su declaración, ha explicado que tuvo conocimiento de un informe de la Comisaría de Información “en el que se hacen planteamientos de escenarios y se dice que, se celebre o no el referéndum, puede haber alteraciones de orden público”. Igualmente, ha admitido que el mayor le remitió el 27 septiembre de 2017 un correo alertando de posibles riesgos de alteraciones de orden público, pero ha dicho que lo hizo solo “a efectos de conocimiento”, porque ni le dio el visto bueno ni lo corrigió. “Si me la remite la debí conocer en su momento”, se ha limitado a afirmar.

El ex jefe de los Mossos ha recalcado que no disponía “de datos suficientes para afirmar con certeza que el referéndum se iba a celebrar” y se ha escudado en que entre sus competencias no figuraba la posibilidad de desconvocarlo ya que el asunto estaba “judicializado”.

En esa misma línea, respecto a otro informe remitido por Trapero antes del 1-O avisando de que los CDR (entonces Comités de Defensa del Referéndum) podían llevar a cabo “prácticas combativas”, Soler ha afirmado desconocer la existencia de los propios CDR, que ha vinculado con unos “Comités de Defensa del Barrio”. No obstante, ha recordado que se trataba de “hipótesis” porque “la obligación de la Policía es prever escenarios. Otra cosa es que sean ciertos”.

“¿A usted no le informaban?”

En cuanto a los incidentes durante los registros judiciales en la Consejería catalana de Economía el 20 de septiembre de 2017, Soler afirmó que no se enteró de las “dificultades de la comisión” judicial (la secretaria tuvo que abandonar de madrugada el edificio por la azotea de un teatro contiguo) “hasta la mañana siguiente”. Similar desconocimiento tuvo, según contó, respecto al papel de “intermediación” del líder de la ANC Jordi Sánchez. “Vi su imagen en televisión, pero no se qué papel se le atribuye por los Mossos y por la Guardia Civil. Me enteré a la mañana siguiente”, se ha defendido. “¿A usted no le informaban?”, le ha preguntado entonces un perplejo Carballo, a quien el acusado le ha respondido que esa decisión “estaba en manos del operativo”.

Soler, que ha sostenido que los Mossos actuaban “como Policía judicial” en el marco de un dispositivo conjunto con Policía y Guardia Civil, ha defendido que para dar cumplimiento a las órdenes de impedir la celebración del 1-O lo que hicieron fue “poner a su disposición a todo el cuerpo” en un esfuerzo que calificó de “ingente”.

El ex responsable policial ha negado también que, como sostiene el fiscal, ordenara -a consecuencia de la investigación puesta en marcha por la Audiencia Nacional- un “maquillaje de las actas” en las que se plasmaron la intervención de los agentes en los colegios electorales el 1-O.