Pablo Iglesias

Iglesias diluye las alternativas a su liderazgo y acalla la crítica

Controlará todos los territorios. Tras la salida de Teresa Rodríguez, el partido no espera batallas, excepto en País Vasco y Aragón

Hablar de Podemos Andalucía en los despachos de la sede nacional de la formación morada ya no causa quebraderos de cabeza. Podemos respira y, en contra de lo previsto, el escenario territorial para Pablo Iglesias ha cambiado significativamente –a su favor–y no se prevén grandes batallas internas para terminar de consolidar la operación de «control» . Una intervención que ya se comenzó a preparar después de las elecciones autonómicas –cuando se dejaron 65 escaños respecto a 2015– para rearmar la masa territorial y nutrir las direcciones regionales de hombres y mujeres «espadas». Es un objetivo ahora fácil de cumplir y no se esperan combates tensos, apenas algún enfrentamiento en Aragón y País Vasco.

Tras la entrada de cuatro dirigentes de Podemos en el Consejo de Ministros, Pablo Iglesias ha logrado imponer su liderazgo entre las bases y las direcciones autonómicas. Los sectores críticos apenas repercuten a día de hoy en la hoja de ruta orgánica de la formación y tras despejarse el camino en Andalucía, Iglesias podrá reafirmar su modelo organizativo y su estrategia política de cara a la Asamblea Ciudadana en marzo sin que ningún sector crítico abra un debate interno o trate de liderar una alternativa a sus tesis.

El partido prepara ya un plan para renovar la dirección en Andalucía, una vez que Teresa Rodríguez y su Ejecutiva se desvinculen de Podemos en el mes de mayo. Colocar a un miembro afín a Iglesias será el nuevo proyecto a acometer. En el partido ya estudian los currículums, y aunque se encuentra muy bien posicionada la diputada en el Congreso Isabel Franco –era la apuesta de Iglesias en las primarias andaluzas– la formación está pensando en un perfil más mediático. En el cuartel general morado saben que el tirón de Podemos Andalucía era Teresa Rodríguez y ahora, competir cara a cara con ella puede ser un revés en unas futuras autonómicas. Por tanto, elegir el nombre idóneo para rivalizar con la ex líder, es vital. En los últimos meses cargos del partido citaban el nombre de la actual secretaria de Estado de Igualdad, Noelia Vera. Tampoco preocupa en la sede morada la posibilidad de pérdida de votos con el cambio andaluz, a pesar de que en las últimas generales 555.902 apoyos proviniesen del sur. Podemos no cree que el partido de corte andalucista llegue a dividir el voto morado, pues dan por sentado que los apoyos que genera IU Andalucía sumen a Iglesias y no a Rodríguez.

En el resto de las comunidades, las corrientes errejonistas y anticapitalistas tienen influencia mínima. Los pésimos resultados obtenidos por Errejón con su marca Más País el pasado 10-N confirman esta tendencia y no se prevé en el corto plazo un rearme de fuerzas. No se esperan procesos de renovación de cúpulas complicados en las comunidades donde se han nombrado gestoras como en Madrid, Cantabria, Castilla-La Mancha, Murcia, La Rioja, Cataluña y la Comunidad Valenciana. En Madrid, tras la dimisión de Ramón Espinar como secretario general, el partido se ha instalado en una situación de interinidad. Se prevé que tras Vistalegre III, el concejal de Podemos Alcorcón, Jesús Santos, se alce con la Secretaría General. En Murcia, tras la salida del líder regional Óscar Urralburru al partido de Errejón, la dirección se encuentra en manos de una gestora. Se presume que el diputado y secretario tercero del Congreso, Javier Sánchez Serna asuma el liderazgo. En Castilla y León no se esperan tampoco listas alternativas a la de Pablo Fernández, secretario de Ámbito Rural y de la España vaciada, en sintonía con Iglesias. En Cataluña, el equipo técnico pilotará un proceso de primarias de cara a los comicios catalanes y la celebración de una asamblea para elegir una nueva dirección.

Las dos batallas territoriales se sucederán en País Vasco y Aragón. En la comunidad vasca existen dos candidaturas dentro del partido a la lehendakaritza. La actual secretaria general de Podemos Euskadi, Lander Martínez, procedente de la corriente errejonista apuesta por la candidata Rosa Martínez, mientras que el sector pablista respalda a la ex diputada Miren Gorrotxategi. En Aragón, desde 2017 la dirección la lidera Nacho Escartín, quien mantiene una relación tirante con su antecesor Pablo Echenique. En Madrid apuestan por la consejera de Podemos en el gobierno regional Maru Díaz, mientras que la diputada autonómica Erika Sanz se alza como alternativa, contraria a las directrices de Iglesias.

Reforzar los mecanismos territoriales para acompasar a la nueva era que vive Podemos es vital para la estabilidad de Iglesias como partido de Gobierno.