Coronavirus

Kike Mateu: “He tenido muchas gripes más fuertes que el coronavirus”

El periodista lleva 16 días en aislamiento. Aunque ya no tiene casi síntomas aún no ha eliminado el virus de su cuerpo

Kike Mateu, del 'Chiringuito de Jugones', infectado por coronavirus
Kike Mateu, del 'Chiringuito de Jugones', infectado por coronaviruslarazon

«Cuando te sientes bien, lo que te pide el cuerpo es salir de aquí porque piensas que ya no deberías estar. Lo difícil de tener coronavirus es ver pasar los días, y las horas. Los días se hacen muy largos. Esperar para hacerte la prueba y comprobar si ya no tienes el virus. Lo vives con cierto grado de ansiedad».

El que pronuncia estas palabras es el periodista valenciano Kike Mateu. Él es el «paciente cero» de Valencia y uno de los primeros de casi toda España en sufrir en primera los efectos del Covid-19. Se contagió cubriendo el partido entre Atalanta y Valencia en Milán. Al volver a España sintió que tenía los síntomas propios de un resfriado de invierno, «de esos que te obligan a quedarte uno o dos días en casa como mucho»: tos, malestar, y un poquito de fiebre.

Sin embargo, hace 16 días –los mismos que lleva aislado en una habitación del Hospital Clínic de Valencia–, las noticias sobre una cepa del coronavirus, procedente de la provincia china de Wuhan, ya empezaba a ser habituales en los medios de comunicación. Todavía más cuando los contagios empezaron a multiplicarse en Italia. «Por responsabilidad» –según explica en una entrevista telefónica desde su habitación– «y porque acababa de llegar de Milán sino nunca hubiera llamado al 112 . Hubiera pensando ¡maldito invierno! y hubiera salido a la calle». Si en algo se afana el periodista durante esta entrevista es en enviar un mensaje de calma a la población. «Estén tranquilos. En un organismo normal, el de la inmensa mayoría de la población, el coronavirus no te daña, es molesto, es incómodo, pero no daña a la salud. Es como un resfriado común, como el que tiene la mayoría de la gente y que a muy pocos daña, lo que pasa es que es molesto. Te obliga a estar aislado, aunque sea en casa, pero aislado».

El periodista lleva 16 días aislado en una habitación a la que solo acceden los médicos y algunos familiares. Exceptuando las visitas, el resto de la jornada está completamente aislado. «No puedo ni tocar el pomo», bromea. «Estar aislado es sin duda lo más difícil porque tener fiebre o un constipado nos ha pasado a todos un millón de veces», explica. Al tratarse de un un virus resistente tarda mucho en desaparecer del organismo. El periodista se encuentra ahora mismo en esa fase. Físicamente se no tiene ningún síntoma y según reconoce él mismo, se «encuentra muy bien». Hace escasos días, le volvieron a hacer la prueba y dio positivo, un resultado que le obliga a permanecer aislado y en observación.

Al tratarse el suyo de unos de los primeros casos en España, asegura que los médicos «se están fijando en el tiempo que tardo en eliminarlo porque soy paciente cero y digamos que un paciente cero el virus tiene más virulencia que en los contagios posteriores». Según explica, dependiendo de cada organismo se elimina antes o después y por mucho que él lo desea aún no ha logrado los dos negativos que supondría su alta. «Las pruebas del coronavirus me las hacen cada tres días y de momento sigue dando positivo porque no termino de eliminarlo. Aunque cuando van desapareciendo los síntomas significa que le vas ganando la batalla no termina de ganarla hasta que lo eliminas porque en el caso contrario puedo contagiar».

Pese a la mella que hacen los días de aislamiento en su estado anímicos y los kilos que dice ha adelgazado, el periodista –que conserva su sentido del humor– se siente con la obligación de contar y narrar como está viviendo el contagio para tratar de tranquilizar a la sociedad. «El hecho de que un infectado sea periodista crea una responsabilidad diferente que a la de un paciente normal». Insiste en que los síntomas son como una gripe común y que en ningún caso se justifica saqueo de supermercados al que hemos asistido en los últimos días. En lo que sí hace hincapié es exigir al Estado una mayor atención a los mayores porque ellos sí son vulnerables, Sobre las medidas del Gobierno es crítico: «Creo que el Ejecutivo ha tenido miedo a tomar medidas drásticas y se están tomando tarde. ¡Cómo es posible que el domingo se celebre una manifestación masiva y el lunes se cierren los colegios», critica.