Una célula yihadista para matar en Europa

Una célula yihadista que se preparaba para matar en Europa, tal vez en España. Conforme avanzan las investigaciones de la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional sobre los tres detenidos días pasados en Almería, crecen las sospechas de que se trataba de un grupo organizado de Daesh (Estado Islámico, Isis), según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas.

Falta para determinar la identidad del tercer integrante del grupo, aunque se cree que es un Foreign Terrorist Fighter (FTF), al igual que Abdel-Majed Abdel Bary, un británico (desposeído de nacionalidad)-egipcio, plenamente identificado y buscado por los servicios internacionales. El tercero, un argelino de apellido Ceddiki, era el que se ocupaba de la “logística”, de obtener el dinero por el sistema de falsificar tarjetas de crédito.

Es decir, dos terroristas operativos y uno encargado de las “finanzas”, que fue el que alquiló, por un mes, la vivienda en la que fueron arrestados. Estructura típica de una célula.

La llegada de estos individuos a territorio nacional, en patera, utilizando la vía de penetración de las mafias de la inmigración, se produjo poco antes del comienzo del Ramadán, época en la que los yihadistas pretenden aumentar el número e intensidad de los atentados.

Sobre Bary, las citadas fuentes señalan que todo parece indicar, en contra de las primeras apreciaciones, que se encuentra aún vinculado a Daesh, desde luego ideológicamente y es muy probable que de forma operativa. Si huyó en 2015 de Siria a Turquía fue para evitar ser capturado por los kurdos. El año pasado volvió a pasar la frontera y no cabe ninguna duda de que mantuvo contactos con la banda yihadista. Y, a continuación, organizó, junto con sus compinches, el viaje hacia Europa entrando por la costa almeriense.

Una reciente operación realizada en Alemania por las Fuerzas de Seguridad ha demostrado que las células que hay en Europa, y la de Bary podía ser una nueva, mantienen contactos con los cabecillas de la banda en Siria e Irak. Los tayikos Azizjon B., Muhammadali G., Farhodshoh K. y Sunatullokh K., planeaban ataques contra instalaciones y personal militar de EE. UU. Se habían unido a Daesh en enero de 2019 y estaban en contacto con dos importantes cabecillas de ISIS en Siria y Afganistán. Quedaría demostrado que la banda mantiene parte de su estructura de acciones criminales en el extranjero que encabezara en su día el terrorista que dirigió los atentados de París de 2015, Abdelhamid Abaaoud.

Los policías españoles responsables de la operación “Altepa”, nada más tener conocimiento de la llegada de Bary, no dudaron en actuar porque con esta gente un día perdido puede convertirse en una tragedia o la pérdida de elementos de investigación que ha logrado mucho reunir.

Aunque los detalles se mantienen en secreto por razones operativas, una de las pistas que condujo a la desarticulación de la célula fue el pasaporte falso que portaba Ceddiki, ya que tiene amplios antecedentes por delitos comunes relacionados con la falsificación de tarjetas y otras estafas, probablemente para financiar las actividades de Isis y, ahora, del grupo que encabezaba Bary.

La presencia en Europa de la célula, abortada por la CGI, es un hecho, en cualquier caso, inquietante. Si querían permanecer escondidos, con haberse quedado en Turquía, de donde procedían, habría sido suficiente. Si se habían arriesgado a entrar en Europa no era para ocultarse sino con otras intenciones. Y al comienzo del Ramadán. Y en la tierra de Al Andalus, como denominan a España.

Los agentes reconstruyen estos días el trayecto de su viaje y los contactos que hayan podido mantener, así como la información que pueda haber en los aparatos telemáticos que portaban. Que intentaran atentar en nuestro país es una hipótesis que no se puede descartar, aunque Inglaterra, nación que conoce bien Bary por haber ejercido allí de rapero y haber vivido en un lujoso barrio londinense; y Francia, que siempre está en el punto de mira de los yihadistas, podían ser otros de los destinos.