Congreso de los Diputados

Bildu obligará a Sánchez a retratarse sobre la reforma laboral

Exigen al PSOE que rectifiquen hoy su voto en el pleno de la Comisión de Reconstrucción. Amenazan con abandonar al Gobierno: «No podemos estar en la misma ecuación» que PP y Cs

El Congreso debate el decreto de la ‘nueva normalidad’
La Portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, en el Congreso de los DiputadosPoolPool

Pedro Sánchez deberá enfrentarse de nuevo hoy a sus vaivenes con la reforma laboral. Lejos de quedar esta materia apartada en el pasado – cuando acordó (y después rectificó) su derogación completa con Bildu como salvavidas en la penúltima prórroga del estado de alarma– el fantasma que adoleció sobre el PSOE por las críticas por parte del mundo empresarial y de la oposición vuelve a visitarle ahora.

Bildu obligará al presidente del Gobierno a retratarse hoy en la votación de las conclusiones sobre el grupo de trabajo para la reactivación económica dentro de la comisión de reconstrucción económica y social en el Congreso de los Diputados. Deberá poner las cartas sobre la mesa, una suerte de llaves que le abrirán o le cerrarán una u otro tipo de vía para la futura negociación de los Presupuestos: o dar el beneplácito a Bildu incluyendo la derogación de la reforma laboral como parte de las políticas de reconstrucción, o excluyéndolas para no avivar el fuego con el PP y Ciudadanos, partidos con los que el Gobierno ya ha llegado a acuerdos en la Cámara Baja.

Fue este miércoles cuando el PSOE en la primera votación de la enmienda 315 del grupo de trabajo para la reactivación económica presentada por Bildu al documento de conclusiones –en la que se reclamaba la derogación de la reforma laboral– votaba primero a favor de incluirla como parte de las propuestas para la reconstrucción económica y social tras la crisis. Un hecho que Bildu interpretó como la ratificación del acuerdo alcanzado en mayo con el Gobierno. La enmienda quedaba aprobada con 177 votos a favor, 107 en contra y 8 abstenciones. Sin embargo, el optimismo entre los abertzales duró poco. El PSOE rectificó poco después el sentido del voto al alegar que se había producido un «error». Lo hacía recurriendo a la propuesta de grupos parlamentarios de que se podrá revisar la votación de un tema ya debatido y votado. Para ello contó con el respaldo del PP.

Un cambio que despertó el malestar del partido abertzale y que provocó que ayer la formación vasca saliera en tromba exigiendo al PSOE a «rectificar» su rechazo a derogar la reforma laboral y avisándole de que debía ser «fiel a lo que dijo que iba a hacer», tanto en el programa de coalición pactado con Unidas Podemos como en el pacto alcanzado con Bildu en mayo, acuerdo que después el PSOE se vio obligado a matizar. La portavoz Mertxe Aizpiriua denunció desde el Congreso además una «maniobra de dudosa legalidad» en la comisión de Reconstrucción respecto a la repetición de la votación. Motivo por el cual reclamó a la Mesa de la Comisión de Reconstrucción que anule la segunda votación que el PSOE forzó este miércoles para dar marcha atrás.

La portavoz de Bildu aprovechaba para lanzar un órdago a Sánchez exigiéndole cumplir lo firmado con ellos. Fue clara. O Sánchez vuelve a la derogación de la reforma laboral o deberá renunciar a que sus cinco diputados vuelvan a apoyarle en futuras negociaciones. «No podemos estar en la misma ecuación» que PP y Cs, clarificó. Con estos mimbres, el Gobierno se verá hoy contra la espada y la pared; si vota a favor de la enmienda para la derogación de la reforma laboral, se encontrará con el rechazo frontal de PP y Cs, y si vota en contra, comenzará a testar como el bloque de su investidura se resquebraja: Bildu ya ha avisado que ellos son «incompatibles con la derecha» y el análisis que se desprende en su cuartel general es que si el PSOE no rectifica no seguirán apoyando al Gobierno en el Congreso, un ultimátum con la vista puesta en los Presupuestos. ERC ya avisó este miércoles de que también se encuentra en fase de desescalada. Si continúa pactando con PP y Cs, hará tambalear las cuentas públicas.