Caso Kitchen
Las quejas de Bárcenas en prisión: “Esas chanclas no me las pongo ni con papel higiénico”
Según un informe policial del “caso Kitchen”, el chófer del ex tesorero contó a Villarejo en 2014 que sus hijos le habían trasladado que lo estaba pasando “fatal”: “Le están puteando mucho”
El chófer de Luis Bárcenas y su esposa, Rosalía Iglesias contó al comisario Villarejo en enero de 2014 que el ex tesorero lo estaba pasando “fatal” en la cárcel de Soto del Real (Madrid), donde llevaba seis meses desde que el entonces juez del “caso Gürtel”, Pablo Ruz, ordenara su prisión provisional en junio del año anterior.
Así consta en la transcripción de una conversación entre José Manuel Villarejo y Sergio Ríos el 7 de enero de 2014 de la que da cuenta un informe de la unidad de Asuntos Internos de la Policía de junio de 2019 incorporado al sumario del “caso Kitchen” que habría puesto en marcha Interior en esos años para sustraer a Bárcenas a través de su chófer documentación sensible sobre la “caja B” del PP.
Es Ríos quien llama al comisario para explicarle, tras una conversación que dice haber tenido con los hijos de Bárcenas, que “el jefe está fatal”. “Está incluso agresivo”, asegura, “porque le están puteando mucho allí”. Y sugiere a Villarejo que “a lo mejor podéis ahí mover una baza”.
El mando policial parece receptivo y le pregunta “en qué sentido” le están fastidiando “para parar el tema”. “Pues que... la cita que ha tenido hoy de dos horas y pico, pues la han interrumpido dos veces... Le han entregado unas zapatillas porque ehhh... le han dicho que se las quitara... ehhh... le registran todo, registros personales, constantemente, íntimos, ehhh... le registran el chabolo día sí, día no...”, asegura el chófer.
“Eso le aísla del resto de reclusos...”, asegura Ríos preocupado por su jefe pese a que estaba ya cobrando de los fondos reservados 2.000 euros al mes, más la promesa de ingresar en la Policía, a cambio de que localizara esos papeles sensibles para el PP.
“Él está hasta los huevos”, continúa Ríos. “Entonces me ha contado el hijo: “Joe, yo pensaba que mi padre, digo, que lo enganchaba del cuello. Le ha salido un tío y le ha dicho “tiene que ponerse usted estas chanclas”, y le ha dicho el otro: “Esas no me las pongo ni con papel higiénico”. “Bueno, pues usted verá. Llévenselas”. Y que ya él contesta, que nunca había contestado así, me contaba el chaval””, añade.
Según la versión del chófer, el hijo le trasladó preocupado: “Joder, es que a mi padre nunca le he visto así”. Él, explica, intentó quitarle hierro: “Hombre, es la presión, las fechas...”. “Luego también que está muy hinchado en la cara por lo de la cortisona... está jodido por la comida...”.
Bárcenas salió de prisión un año después, en enero de 2015, tras abonar los 20.000 euros de fianza que le impuso el instructor. Actualmente se encuentra de nuevo en prisión desde mayo de 2018 cumpliendo una condena de 33 años de cárcel que le impuso la Audiencia Nacional por el “caso Gürtel”.
“Le están apretando mucho ahí -insiste Ríos a Villarejo- y que claro, y que se lo han dicho presos: “Joder, es que es una putada, porque te arrimas a ti y te registran”". Y el comisario: “Ya, ya, ya, ya. Entiendo, entiendo. Pues ehh... entonces... No te preocupes. Yo voy a... yo voy a...”. “Yo te digo cómo está la situación”, le interrumpe su interlocutor. “Voy a hacer las gestiones oportunas”, zanja el comisario.
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