España
Propoganda por el hecho
En el ala oeste de la Moncloa existe un Ministerio que trabaja para convertir el discurso en embaucamiento colectivo
Gramsci afirmó que la política es el arte de seducir y convencer, para que los intereses de un grupo o partido se impongan en la sociedad, consiguiendo que una determinada idea o programa político se torne hegemónico, imponiendo un relato ficticio de la realidad, con la intención de dominar. Fueron los anarquistas quienes inventaron el concepto de la llamada «Propaganda por el hecho», basando su estrategia, en que el impacto de una acción genera más repercusiones y es más eficaz que los argumentos o las ideas. La propaganda como táctica de embaucamiento colectivo, al servicio de un proyecto de poder.
En el ala oeste de la Moncloa existe un ministerio a la sombra, dirigido por un inteligente y bien preparado personaje, que trabaja sin descanso en elaborar una estrategia propagandística, que no es otra cosa que la utilización del discurso como táctica de embaucamiento colectivo, al servicio de un proyecto de poder, que añadiendo el CIS y una capacidad enorme de influencia sobre los medios de comunicación, convierten a su «director» y a su «dirigido» en un producto invencible para orientar la opinión pública. Y obtienen un éxito absoluto, al trasladar eficazmente un mensaje simple y entendible: el gobierno español encarna la bondad absoluta y enfrente sólo existe la maldad, identificada con la derecha Trumpista. Y a partir de esta premisa, se entiende la construcción de la hegemonía cultural, la adhesión ideológica de la mayoría, a través de la propaganda.
Tal y como recomendaba Antonio Gramsci. Jugada maestra. La Moncloa enviaba a los medios, unas fotografías que atestiguaban la llegada de la primera entrega de dosis de vacunas, con una enorme pegatina con el logotipo del Gobierno, para presumir del hecho y convertirlo en todo un acto de propaganda. Las vacunas se repartieron por todos los países miembros de la UE, desde los laboratorios de Pfizer en Bélgica, tal y como se acordó desde la Comisión Europea, hasta los puntos de recepción.
En España, y escoltadas por la Guardia Civil, en medio de una enorme expectación, la Moncloa clamaba por un nuevo triunfo propagandístico del gobierno, al cubrir el embalaje original del envío. Fue el único país europeo que customizó la caja original. En Moncloa saben que, con el presupuesto aprobado, dedicarse a la propaganda les basta y les sobra para mantenerse en el poder durante muchos años.
Mientras la derecha vive en la inopia propagandística, sin entender que la batalla se basa en el uso de nuevas tecnologías, la creación de un nuevo marco mental que supere el discurso guerra civilista de la izquierda y sin capacidad de generar un relato alternativo. Difícil que vuelvan al poder.Y es que enfrente tienen a Iván. Y es bueno Iván, muy bueno.
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