Las juventudes independentistas catalanas promueven hacer enganches ilegales a la luz

Bajo el título genérico “Cómo pinchar la luz”, ARRAN, la organización juvenil de la CUP, conocida por su participación en algaradas de carácter violento, ataques a partidos políticos no independentistas, asaltos a autobuses turísticos, etcétera, promueve una campaña para acceder de forma fraudulenta a la red eléctrica.

Publican en sus redes sociales un avance de su libro sobre la “okupación”, en el que explican, paso a paso, incluidos gráficos, cómo acceder al suministro eléctrico sin tener que pagar nada por ello.

“La subida del 27% del precio de la luz también se combate con una acción directa y colectiva. Avanzamos una parte del nuevo libre sobre la Okupación, del que haremos una reedición completa en unos días”, señalan.

En sus redes sociales, animan a tomar este tipo de medidas como una acción más antisistema de las que caracteriza a esta organización.

Arran, las juventudes de la CUP, mantienen contactos con movimientos similares, juveniles y de «solidaridad», del independentismo vasco, con los que han compartido las estrategias de presión sobre los grupos que se oponen a sus fines secesionistas, entre ella ERNAI, vinculada a Sortu, uno de los partidos de EhBildu.

Los grupos juveniles son piezas fundamentales dentro de la estrategia de desestabilización y hostigamiento a los que no piensan como ellos, a los que tratan de coaccionar de forma abierta.

Entre los asuntos «comunes» que abordaban en sus reuniones figuraba el de la desobediencia contra las instituciones.

De hecho, varias de estas organizaciones, entre ellas Arran y Ernai, llegaron a suscribir en su día un comunicado en el que, entre otras cosas, se decía «tenemos que ser conscientes de que ningún proceso de ruptura con el régimen del 78 será posible sin desobedecer. La desobediencia al orden constitucional es la única vía posible para conseguir nuestra libertad. Asimismo conviene insistir en el hecho de que nuestras élites políticas y económicas autonomistas y capitalistas, ni pueden ni tienen ninguna intención de desobedecer a España para materializar la independencia».