Podemos
Iglesias abre la guerra entre Irene Montero y Yolanda Díaz
La ministra de Igualdad fue la primera que planteó que una mujer sustituiría a Pablo Iglesias
Pablo Iglesias volvió a confirmar ayer que no se presentará a la reelección como secretario general de la formación morada. En su opinión, es la hora de apostar por una «renovación» de los equipos y por un estilo «más coral», dijo en una entrevista en La 1. No es un anuncio baladí ya que desde la fundación del partido, en 2014, hasta el sorpresivo anuncio del pasado 15 de marzo –en el que anunció su candidatura a la Comunidad Madrid– Iglesias siempre se ha erigido como líder supremo de un partido cosido a su imagen y semejanza.
Es por ello que la salida de su caudillo podría abrir una grieta en la formación. Todas las miradas se posan en estos momentos sobre Iglesias. Sin embargo, a partir del día siguiente a la celebración de las elecciones y si tal y como apuntan la mayoría de las encuestas publicadas hasta el momento, Isabel Díaz Ayuso mantiene la Puerta del Sol, será la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien gane una mayor notoriedad gracias a su rol como vicepresidenta tercera del Gobierno.
El desembarco de Díaz –una de las ministras mejor valoradas entre todos los partidos– en la vicepresidencia tercera se entiende como el primer paso del plan de sucesión de Iglesias. No en vano, ayer dijo sobre la gallega que «Yolanda tiene otro estilo, y es el que toca», en referencia a su talante más educado y dialogante.
Sin embargo, ese plan tiene alguna que otra arista. En primer lugar, Yolanda Díaz no milita en Unidas Podemos sino en el PCE, y, por lo tanto, que se convierta en la lideresa de la formación morada puede chocar con alguna resistencia a la hora de poner en marcha un equipo alternativo al actual.
Quizás, su primera piedra en el camino llegue desde el círculo más cercano de Iglesias. Su pareja, Irene Montero, predijo en marzo de 2019 que «el siguiente secretario general de Podemos será una mujer». Hace dos años, no existía duda de que Montero se refería a sí misma. Y, en enero del 2021, preguntada por la posible designación de Díaz, la ministra de Igualdad, evitó apoyarle de manera explícita al señalar que «eso lo tiene que decidir el conjunto del espacio político de Unidas Podemos».
No obstante, parece obvio que situar a Montero como relevo en la dirección de Podemos no se vería como relevo. Más bien, al contrario. El tándem Iglesias-Montero teje los hilos de la formación desde 2017, Vistalegre II, y desde entonces han apartado a cualquier crítico de la formación para asegurarse el control. Es, precisamente, debido a este hiperliderazgo donde se encuentra la mayor dificultad para la actual ministra de Trabajo.
El punto de inflexión llegará tras las elecciones a la Comunidad de Madridy si hay o no un posible adelanto electoral a nivel nacional. En caso de que no se agote la Legislatura y haya elecciones a finales de este año, la de Montero sería, probablemente, la candidatura que mejor funcione a Podemos porque es más conocida que la actual Titular de Trabajo. Si, por el contrario, Sánchez decide seguir adelante, Yolanda Díaz sí tendrá tiempo para rearmarse y encabezar la lista de los morados en las próximas elecciones generales.
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