Cambio de rumbo
Yolanda Díaz se erige ya como líder de Unidas Podemos
Recoge el testigo de Iglesias y se marca como objetivo «ensanchar» el espacio político con «hechos y no palabras»
Uno de los objetivos prioritarios para Podemos es el de buscar la redefinición de su espacio político. Como consecuencia de los sucesivos ciclos electorales a los que se ha enfrentado desde su nacimiento en 2014, el partido afronta una alarmante perdida de músculo en los territorios, debido, en gran parte, al hiperliderazgo de la dirección nacional centrado en la figura de su secretario general, Pablo Iglesias. Las sucesivas elecciones se han saldado con la disminución de poder político de los morados en territorios claves como País Vasco o Galicia y feudos importantes que ahora esperan recuperar llamando a la movilización del bloque de izquierdas, como Madrid.
Para poner coto a las deficiencias orgánicas de las que adolece, Podemos ha puesto en marcha un plan a contrarreloj, inaugurado con la salida de Iglesias del Gobierno de coalición para aterrizar en la Puerta del Sol. Pero, en un segundo plano, el fin principal es el de reconstruir el espacio político morado fortaleciendo su alianza –hasta ahora electoral – con las fuerzas hermanas del cambio; esto es, Unidas Podemos. No en balde, tras su salida de Moncloa Iglesias dibujó claramente el futuro de Podemos y de Unidas Podemos y situó un liderazgo claro: su sucesora en el Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, será en un futuro inmediato la líder de Unidas Podemos y futura candidata a presidenta del Gobierno. Un rango que la nueva vicepresidenta tercera aceptó de inmediato y para el que ya se prepara enérgicamente.
Ejemplo de ello fue el cónclave que Unidas Podemos celebró esta mañana en Madrid para arropar a su candidato a las elecciones madrileñas. Allí Yolanda Díaz recogió el testigo del cargo que hasta ahora ostentaba Pablo Iglesias, dirigiéndose al conjunto del Grupo Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común. Ejerció como plena lideresa ya del espacio político, tomando las riendas de los cuatro partidos que aglutina la marca electoral. En presencia del ex vicepresidente apeló a sus dirigentes a «demostrar que sabemos gestionar» en las comunidades autónomas y administraciones locales. Además, marcó su primer reto en un horizonte a corto plazo, que es el de reforzar Unidas Podemos y ensanchar este espacio. «Lo que toca ahora es ensanchar el espacio y apelo a que lo cuidemos. Demos un paso hacia adelante y hagámoslo no desde la impugnación sino desde la construcción», mandó la vicepresidenta tercera.
A pesar de reconocer el esfuerzo de Pablo Iglesias al frente de Podemos –cargo que todavía ostenta– pidió «hechos y no palabras» y apeló a sus dirigentes a construir una confluencia que «escuche a la calle», desplegando una agenda legislativa en la que se encuadren los derechos sociales, el feminismo, la reindustrialización y la transición ecológica como bandera. Además, una de sus prioridades en la reconfiguración del espacio político será la de construir la alianza para lanzarla como alternativa de Gobierno.
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