Elecciones

La batalla por Madrid, en cinco claves

La Comunidad de Madrid es un laboratorio de lo que puede ocurrir en la política nacional en futuro cercano

Los madrileños acuden a las urnas el próximo 4 de mayo. Está en juego la Puerta de Sol pero, también, un modelo de gestión de la crisis sanitaria. La crispación y la confrontación han marcado la precampaña electoral y todo apunta a que continuarán en las próximas dos semanas. No en vano, hay mucho más en juego que un asiento en la Asamblea ya que todas las formaciones acuden a la cita en clave nacional.Del voto de los madrileños dependerá la supervivencia de Ciudadanos e incluso la del líder de Unidas Podemos, cuya decisión de encabezar la lista de su formación y apartarse del Ejecutivo son un reflejo de la importancia de esta cita electoral. LA RAZÓN analiza con varios expertos la claves y la trascendencia del 4-M.

¿Conseguirá Isabel Ayuso la ansiada mayoría absoluta para gobernar en solitario?

En un golpe de efecto tras el anuncio de la moción de censura al gobierno murciano de López Miras, la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sorprendió a todos anunciando un adelanto electoral. Un órdago que le puede salir bien o, por el contrario, le puede desalojar de la Puerta del Sol. La campaña iniciada por la izquierda y, en particular, por Unidas Podemos contra el Partido Popular, lejos de debilitar a Isabel Díaz Ayuso, la refuerza y aleja el escenario de cambio de color político en la Asamblea de la Comunidad de Madrid, a tenor de todas las encuestas publicadas hasta el momento. Según el último sondeo de NC Report para LA RAZÓN, el PP lograría 58 escaños y el 41,7% de los votos, casi el doble de los 30 escaños y 22,21% de sufragios que obtuvo en 2019. «Es una posibilidad pero no es lo más probable. Igual que hace dos años era absolutamente imposible que ninguno de los participantes consiguiera mayoría absoluta, ahora sí que creo que hay posibilidad», asegura la presidenta de la Asociación de Comunicación Política (ACOP), Verónica Fumanal. En su opinión para que esto suceda, las otras dos fuerzas de centroderecha, es decir Ciudadanos y Vox, tendrían que lograr un mal resultado, por debajo del 5% que les dejaría fuera de la Asamblea. No obstante, Ayuso no es una política cualquiera. Llegó a la presidencia de la Comunidad de Madrid casi como una desconocida y actualmente se ha convertido en uno de los activos más importantes del PP a nivel nacional y el azote a la gestión de la pandemia de Pedro Sánchez. Será el 4 de mayo cuando comprobemos si el «fenómeno Ayuso» ha conquistado a los madrileños, tal y como todas los sondeos demoscópicos parecen presagiar.

Celebrar unas elecciones en día laborable, ¿fomentará la participación o la abstención?

Un martes, en medio de la pandemia y además, puente. La cita electoral se desarrollará ,en un escenario inédito que complica establecer a quién puede beneficiar que se celebre un día laborales. Pedro Marfil, profesor en la Universidad Camilo José Cela y miembro directivo de ACOP, señala que «todo apunta a que por el contexto –no solo porque sea laboral sino también porque se celebran en medio de una crisis sanitaria– podría haber menos participación. Y esto beneficiaría sobre todo a los partidos de centroderecha. El experto esgrime que lo tendrá más difícil para votar la gente que tenga menos flexibilidad horaria y puestos presenciales que, a su juicio, se enmarcan en el electorado de centroizquierda. De la misma opinión es Fumanal quien recuerda que el antecedente más parecido es el de las elecciones catalanas de 2017 que se celebraron un jueves. «Hubo una movilización absolutamente excepcional, pero no porque fueran convocadas entre semana sino como reacción al 155», rememora. En su opinión, la participación en martes puede ser más alta entre aquellos colectivos con mayor movilidad como profesionales liberados, autónomos o personas que ahora teletrabajan porque viven donde votan. No obstante, celebrar una elecciones entre semana es habitual en otros países de nuestro entorno como Reino Unido u Holanda. Al igual que ocurrió en las recientes elecciones gallegas, vascas o catalanas se prevé que el voto por correo aumente aunque será residual en comparación con el voto presencial. La pandemia, es sin duda, la otra amenaza para la participación. En este sentido, son las cuartas elecciones que se van a celebrar en tiempo de covid. En Galicia, por ejemplo, votó el 48,97%, es decir 4,7 puntos por debajo de la anterior convocatoria. Algo similar ocurrió en las vascas que se celebraron ese mismo día y donde la participación fue de 9,2 puntos por debajo. En el caso de Cataluña, cayó 28 puntos, respecto a la cita anterior.

¿Dejará la barrera del 5% fuera a partidos como Cs, Vox o Unidas Podemos?

La Comunidad de Madrid tiene una única circunscripción: todos los votos se cuentan juntos y los escaños se reparten en función de esa cifra. Como la próxima Asamblea de Madrid contará con 136 diputados, los escaños se repartirán de forma proporcional entre los partidos que consigan superar el umbral del 5% marcado en la Ley Electoral. Lograr este porcentaje, por lo tanto, es clave para asegurarte al menos siete asientos. Por el contrario, si los partidos no llegan a ese umbral mínimo, los votos se pierden. La duda es si formaciones como Unidas Podemos, Ciudadanos o Vox se quedarán fuera, tal y como señalan algunos estudios demoscópicos. Según explica Fumanal, «Cs depende de ellos mismos, en cambio, Unidas Podemos ya ha hecho todo lo que podía hacer: presentar a Iglesias. Es muy poco probable que se quede fuera de la Asamblea ya que el exvicepresidente ha conseguido movilizar a un tipo de votante que no iba a ir a votar. No se lo roba ni a Más País ni a PSOE sino que moviliza a un electorado diferente». Por su parte, el profesor Martín recuerda que la campaña electoral puede influir en el voto de los indecisos. En ese sentido, señala que «estoy viendo una campaña muy voluntariosa por parte de Cs y muy marca blanca en Vox. Creo que los de Abascal están quemando cartuchos muy rápido, lo que puede llevarles a una campaña efervescente, en el sentido de que se disuelva su presencia en los medios y pierdan protagonismo».

¿Continuará el tono bronco que hemos visto hasta ahora durante la precampaña?

En el inicio de la precampaña Iglesias fue increpado en Coslada en la presentación de su candidatura. Unos días después, Vox acudió a Vallecas y la Policía cargó contra unos manifestantes que trataron de boicotear su mitin. Desde, África, en medio de una gira internacional, el presidente Sánchez acusó a Ayuso de mentir con los datos de la pandemia, algo que posteriormente fue desmentido por el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón. Los expertos consultados coinciden en subrayar que este tono será el que predomine durante la campaña electoral. No en vano, se está trasladando el mismo ambiente que semanalmente impera en el Congreso de los Diputados. Sin duda, el punto de inflexión serán los debates electorales en los que los candidatos expondrán sus programa electorales y veremos cómo se desarrolla el cara a cara entre ellos. Todo apunta a que no habrá tregua.

¿Será una campaña de la que se puedan extrapolar datos en clave nacional?

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, está dirigiendo su campaña electoral contra el presidente del Gobierno de España, al que acusó de estar obsesionado con Madrid y con ella. «Nos vemos en las urnas», le espetó hace unos días. Los expertos consultados coinciden en subrayar que «absolutamente» se trata de una cita electoral en clave nacional. Así, según Verónica Fumanal « Ayuso emergió como jefa de la oposición de facto de Sánchez y el Presidente le ha aceptado el reto». En su opinión, es el jefe del Ejecutivo el que «ha nacionalizado la campaña electoral porque si Ayuso no hubiera encontrado contestación de Sánchez y sus ministros, hubiera quedado incluso ridícula». Pero no ha sido así. En este sentido, diferencia de la implicación de Sánchez en las anteriores citas autonómicas como las gallegas, vascas o catalanas, donde, se implicó pero nunca directamente con los candidatos, como está haciendo en Madrid. Por otro lado, Martín señala que «tanto el PP como Unidas Podemos lo han planteado en clave nacional». A su juicio, la campaña de la presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata popular «va a movilizar el voto de castigo hacia el Gobierno central mientras que el centroizquierda trata de visibilizar los problemas, la realidad de la Comunidad de Madrid y atacar a Ayuso». Sirva como ejemplo, las adhesiones a la lista del PSOE de miembros de Ejecutivo como la exsecretaria de Migraciones, Hana Jalloul, la presidenta del presidenta del Consejo Superior de Deporte, Irene Lozano, o el anuncio de que si Gabilondo gana las elecciones, la ministra de Industria, Reyes Maroto, será la vicepresidenta económica de su Gobierno. La «joya de la corona del poder territorial está en juego». La derecha batallará por mantenerla y la izquierda por recuperarla tras 26 años ansiando ese premio.