La calculadora electoral

Un órdago lleno de riesgos para Iglesias

La decisión personalista del vicepresidente pretende rescatar a Podemos, que no para de perder votos desde 2016

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, se toca la cabeza durante una sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, se toca la cabeza durante una sesión de control al Gobierno en el Congreso de los DiputadosEUROPA PRESS/E. Parra. POOL

Nuevo terremoto en la política española. El vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, anunció ayer que le disputará la Comunidad de Madrid a Isabel Díaz Ayuso, un giro sorprendente y lleno de riesgos. No en vano, Podemos es un partido que está en declive –si bien es cierto que su decadencia no es tan acentuada como la de Ciudadanos– desde 2016. La formación ha perdido la mitad de sus escaños en el Congreso, es un partido que no existe en Galicia y es irrelevante en País Vasco y Cataluña. Con este movimiento corre el riesgo de quedarse fuera en Madrid y le persigue el «fantasma de Illa», que dejó un puesto con visibilidad y notoriedad política para ahora formar parte de la oposición. El órdago está ahí y solo el 4 de mayo veremos si lo ha ganado o lo ha perdido.

Voto Podemos
Voto PodemosAntonio Cruz

«A Errejón no le interesa difuminarse con Iglesias»

Manuel Mostaza (Director de asuntos públicos de la consultora de comunicación Atrevia)

Es un movimiento arriesgado y sorprendente. Las posibilidades de que Iglesias sea un actor irrelevante, en el sentido de que, imaginemos, gobierna la derecha y Podemos queda en cuarto lugar, le deja, ni siquiera como líder de la oposición. Eso es una situación que tiene muchas posibilidades de pasar. Es cierto que igual que Isabel Díaz Ayuso tiene una gran capacidad para movilizar al electorado de izquierda a la contra, Pablo Iglesias también tiene una gran capacidad de movilizar al electorado que va del centro a la derecha. Es un movimiento lleno de riesgo, excepto que haya elementos que no conozcamos que puedan ir desde un tema personal como su pugna con Errejón o que esté cansado de estar en una vicepresidencia que no tiene ninguna capacidad ejecutiva o que esté pensando en una salida progresiva del Gobierno para distanciarse, en algún momento, del partido socialista y recuperar perfil propio. Respecto a la posibilidad de que acudan Más Madrid y Unidas Podemos en una única lista, yo creo que a efectos de los intereses electorales les interesa a los dos porque en un sistema de lista única se aseguran entrar. Dicho esto, en Política no siempre uno más uno suma dos, y no está claro que la gente que vote a ese proyecto transformador y ecologista de Errejón vote una lista con Pablo Iglesias. En este sentido, a quién no le interesa demasiado es al propio proyecto de Más País porque si en algún sitio Errejón ha conseguido señalar la diferencia con Podemos es Madrid, y difuminarse ahora con él es una vuelta atrás en el tiempo porque es el único territorio en el que claramente se había impuesto a Pablo Iglesias. Yo creo que como partido no le interesa y en cuanto a resultado electoral si es cierto que le viene bien a las dos formaciones.

«Un golpe que sorprende al PSOE a contrapié»

Eduardo González Vega (Profesor y consultor del CIGMAP de la Universidad Camilo José Cela)

En primer lugar, vemos que cuando hablábamos de consultoría política se trataban las cuestiones de estrategia y se hacía el símil de una partida de ajedrez. En los tiempos que vivimos de la política espectáculo se ha cambiado el ajedrez por el mus. Pablo Iglesias ha lanzado un órdago y dejará de ser vicepresidente por lo que el mensaje que lanza es que no había plan de Gobierno en plena pandemia y en una situación muy delicada en el plano económico y social. Respecto al órdago, hay que pensar que si sale mal pasará a ser un humilde diputado en la Comunidad de Madrid si al final no acaba entrando en el Gobierno, por lo tanto, hay mucho riesgo personalista en esta decisión. Si lo analizamos técnicamente, da un golpe en la mesa para luchar por la iniciativa de la izquierda. Parece que se estaba consolidando en ese bloque ideológico que el PSOE era el partido preponderante y que Unidas Podemos estaba asumiendo el papel que en su día tuvo Izquierda Unida. Por otro lado, este golpe sobre la mesa deja bastante tocado al PSOE porque le sorprende a contrapié y con un candidato que no tiene el tirón mediático que mucha gente demanda. En este sentido, ahora con Iglesias lo va a tener más difícil todavía. Por otro lado, la candidatura de Iglesias va a polarizar la campaña que se convertirá en una batalla entre Iglesias y Ayuso. Respecto a Más Madrid, Iglesias ha lanzado una OPA porque lo hace público y lo condiciona ya que al hacerlo público y si lo acepta está supeditado a Iglesias que es quién ha tomado la iniciativa y le deja pocas opciones de no entrar en el juego.

«El fin de la carrera política de Pablo Iglesias»

Verónica Fumanal (Presidenta de la Asociación Comunicación Política)

Es una decisión que combina varios aspectos. Una necesidad de redimirse en un acto que parece el fin de su carrera política porque él ya sabe que no se va a presentar nuevamente como candidato de Unidas Podemos y por lo tanto, si lo ponemos en perspectiva, quiere construir el relato que contradiga a aquel Pablo Iglesias egoísta. Lo que pretende es construir ese contrarrelato del Pablo Iglesias que se cargó el partido por sus ambicionas personalistas. Este gesto: dejar la vicepresidencia para ser candidato y rescatar al partido, no deja de ser un relato altruista para acabar su vida política de una manera generosa. A él, que ofrece una coalición a Más Madrid, habrá que recordarle que los de Errejón casi triplicaron a Podemos en la comunidad. No olvidemos que Más Madrid nace al albor de la discrepancia personal entre Errejón e Iglesias. No veo que se vayan a unir porque esa escisión de Unidas Podemos llamada Más País, el principal protagonista es entender una política de manera diferente a Iglesias. La razón de ser de Más País es Pablo Iglesias y si se uniesen en coalición, Iglesias sería el número dos. Asistiremos, por lo tanto, a la ceremonia de la discrepancia: quién rompe con quién porque probablemente vaya cada partido con su candidatura. La política tiene un componente personal inalienable. Por lo tanto, si se presentan de forma separada, podría obtener representación pero de ninguna manera ser la primera fuerza de la izquierda.