Terrorismo

73 etarras se preparan para dar el salto final al País Vasco

Cumplen condena en prisiones cercanas como etapa previa a su acercamiento final

El etarra Jon Olarra Guridi, cuando fue entregado por Francia
El etarra Jon Olarra Guridi, cuando fue entregado por Francialarazon

El proceso de agrupamiento de los presos de ETA en el País Vasco para que, a partir del 1 de octubre, dependan del Gobierno de Vitoria, conformado por el PNV y los socialistas del PSE, es inexorable. Un total de 73 terroristas se encuentran ya en cárceles que no distan 250 kilómetros de esta Comunidad, preparados para dar el «salto final» hacia su tierra.

Para dar cumplimiento a los acuerdos con PNV y EhBildu, que permitieron que Pedro Sánchez fuera investido presidente del Gobierno y María Chivite estuviera al frente de la Comunidad Foral de Navarra, se trazó un plan, según fuentes conocedoras del asunto, para realizar unos acercamientos de sur a norte, con pasos intermedios antes de llegar al País Vasco y Navarra.

De acuerdo con las cifras actualizadas por Etxerat a 3 de mayo, la organización que agrupa a la mayoría de los reclusos de ETA, las prisiones de Burgos (con 10); Logroño (20); El Dueso, Cantabria (21); Soria (7) y Zuera, Zaragoza (15) reúnen a terroristas que en cualquier momento serán trasladados, definitivamente, a cárceles vascas o a la de Pamplona.

Estos acercamientos suponen, a la vez, que los centros de Andalucía, los más alejados del país Vasco, se van quedando vacíos de etarras, con lo que se da cumplimiento a lo que era una del peticiones más insistentemente formuladas desde el entorno.

Tradicionalmente, los reclusos considerados más conflictivos, con mayor peso dentro del «colectivo» (el EPPK) o con más delitos de sangre, estaban en cárceles del sur o Levante. Gracias a los citados acuerdos este control se ha acabado y todos, sin exclusión, han iniciado su camino con el destino final a centros lo más cercanos a sus poblaciones.

Entre los 21 etarras que están ya en El Dueso, a un paso del País Vasco, figuran Eneko Gogeascoechea, condenado por intentar asesinar a rey Juan Carlos el día de la inauguración del museo Guggenheim de Bilbao; y Juan Ramón Carasatorre, que participó, en el asesinato del dirigente del PP Gregorio Ordóñez.

En Logroño, están, entre otros, Jon Olarra Guridi, que llegó a ser jefe «militar» de la banda y que acumula 1.000 años de prisión por haber cometido u ordenado numerosos atentados, entre ellos el del fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Luis Portero; y Jesús Narváez Goñi, condenado por el asesinato en Madrid de tres miembros de los Tedax de la Policía Nacional.

En Zuera, cumplen condena, entre otros, Mikel Azurmendi, que formó parte de los «comandos» «Madrid» y «Andalucía» y que participó en atentados como el que costó la vida al general Veguillas y a dos personas más; y en el del concejal del PP de Sevilla Alberto Jiménez Becerril y su esposa, acción criminal en la que también tomaron parte José Luis Barios y Maite Pedrosa, que están en esta misma prisión.

En Burgos, se encuentran Álvaro Arri Pascual, que fue condenado por el citado atentado contra el general Veguillas, en la plaza de Ramales de Madrid; y Gregorio Vicario Setién, por el asesinato de un transeunte cuando atentaron contra el Gobierno Militar de Barcelona y el secuestro de Cosme Delclaux

En Soria, entre otros, Mikel Arrieta, que acumula varias condenas por asesinar en 1982 en Sestao a dos inspectores de Policía y una civil: y al ingeniero de la Central Nuclear de Lemoniz, Ángel Pascual Múgica; y Oscar Celarain, condenado por la colocación de un coche bomba en Santa Pola, en el que resultó asesinada una niña de seis años.