Sin tuits

Moncloa, tras la salida de Iglesias: “Ahora los trapos sucios se lavan en casa”

Las discrepancias sobre la crisis migratoria se minimizan en público y se han tratado “por debajo del radar”, a pesar de que ayer Podemos se desmarcara de sus ministros y pidiera un referéndum para el Sáhara

La ministra portavoz y de Hacienda, María Jesús Montero (i), y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; conversan durante una sesión de control al Gobierno, a 19 de mayo de 2021, en el Congreso de los Diputados
La ministra portavoz y de Hacienda, María Jesús Montero (i), y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; conversan durante una sesión de control al Gobierno, a 19 de mayo de 2021, en el Congreso de los DiputadosEUROPA PRESS/A.Ortega.POOLEuropa Press

El Gobierno de coalición se ha enfrentado esta semana a la primera prueba de fuego de su unidad interna tras la salida de Pablo Iglesias del Consejo de Ministros. La crisis migratoria en Marruecos y el debate de la Ley Trans, auspiciado por ERC en el Congreso de los Diputados, son dos cuestiones sensibles, sobre las que existen importantes diferencias de fondo en su abordaje dentro del Gabinete y que bien podrían haber puesto de manifiesto las dos almas que conviven en Moncloa. Una vez más. Sin embargo, a diferencia de otras ocasiones, estas discrepancias se han minimizado en público, se han tratado “por debajo del radar”, según señalan a este diario fuentes gubernamentales.

El cambio de actitud va en la línea del giro de timón que ha establecido Yolanda Díaz al asumir las riendas de Unidas Podemos en el Gobierno. Desterrando la política del titular y del tuit y centrándose en los debates y las batallas que hay que dar. “Ahora los trapos sucios se lavan en casa”, señalan a LA RAZÓN desde Moncloa, donde no ocultan que la salida de Iglesias ha mejorado el clima interno. El ejemplo más notable se aprecia con las devoluciones en caliente a las que el Ejecutivo está procediendo sistemáticamente con quienes cruzan de manera ilegal la frontera de Ceuta. Esto coloca a los morados, que las denuncian y rechazan desde hace tiempo, en una situación muy comprometida. Especialmente a la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra. Prueba de ello es que ayer el ministerio de Derechos Sociales propuso a las comunidades que acojan a los 200 menores que migraron a Ceuta. Lejos quedan las reclamaciones de los morados de un protocolo que limite las devoluciones en caliente o sus peticiones de un referéndum de determinación para el pueblo saharaui defendía Pablo Iglesias. Aunque, si bien desde la cuota morada han optado por respaldar al Ejecutivo en la crisis en Ceuta, desde el partido volvieron a abonar ayer la reclamación histórica que encarnaba Iglesias: pedir la libre determinación para el Sáhara. Algo que, de momento, no han desautorizado.

Sin embargo, en Moncloa han incluido a Belarra en el Comité de seguimiento de la crisis migratoria en Ceuta de manera que sea corresponsable de las decisiones que tome el Ejecutivo. Fuentes presentes en la reunión que se celebró por primera vez en la tarde del martes, aseguran que Belarra se mostró “muy preocupada” por la situación de los menores no acompañados. Una preocupación que comparten en el Ejecutivo. En Moncloa se felicitan de la unidad interna existente y creen que también se debe a que los morados tienen ahora mismo abierto “en canal” el partido, inmerso en un proceso de renovación interno, que afecta a la propia Belarra.

Desde la cuota morada también reconocen el buen clima actual y repiten como mantra que la política de la confrontación está ya enterrada. Prueba de ello es que, desde el entorno cercano a la vicepresidenta se señala que la Prensa no se enterará de las reuniones que, por ejemplo, puedan mantener Sánchez y Díaz, para resolver cualquier conflicto que encalle dentro de Moncloa. Una diferencia notable si se compara con la política desplegada por el ex vicepresidente durante su estancia en el Gobierno.

En cuanto al balance de Yolanda Díaz dentro del Gobierno, ahora que se cumple un mes de su liderazgo, las mismas fuentes señalan que se encuentra «encantada» de gobernar con el PSOE y en cuanto a futuras disputas en asuntos clave como la Ley Trans o la Ley de Vivienda, zanjan que «seguro llegaremos a un acuerdo». Otra pista que aleja al «nuevo Podemos» de las tácticas de presión que empleaba Iglesias para tratar de convencer a los socialistas, precisamente en las mismas batallas que ahora descartan airear.