Terrorismo

“Perded el miedo, no seáis mujeres, atacad”, el marroquí detenido en España que instigaba atentados contra su país

La colaboración contra el yihadismo entre ambos países ha evitado numerosas acciones criminales

Detenido en Barcelona un seguidor de Dáesh que quería cometer un atentado
Agentes de la Guardia Civil custodian, tras el registro de su domicilio, al ciudadano marroquí seguidor de la organización yihadista Dáesh profundamente radicalizado y que quería llevar a cabo una acción terrorista para lo que buscaba posibles objetivos por la ciudad saltándose de forma habitual el confinamiento del estado de alarma y que fue detenido en 2020 en Barcelona. EFE/Alejandro GarcíaAlejandro GarcíaAgencia EFE

“Perded el miedo, no seáis mujeres, atacar”: era el llamamiento de un yihadista marroquí detenido en España para que sus compatriotas perpetraran acciones criminales en su país.

La colaboración contra el yihadismo entre España y Marruecos, que se mantiene y que, según las fuentes consultadas por LA RAZÓN, continuará pese a la actual crisis diplomática, ha permitido evitar la comisión de atentados y campañas de captación de nuevos terroristas. Se trata de un interés mutuo ya que ambas naciones son territorios de interés preferente para Daesh.

En poder de Mohammed Yassin Amrani, detenido por la Guardia Civil en Barcelona, se halló una una nasheed (cánticos que utiliza el Estado Islámico para animar a sus combatientes) en el incitaba a los marroquíes, en este caso residentes en España, a cometer atentados sin dilación en su país.

Entre otras cosas, les preguntaba: “¿Seguís teniendo miedo de las autoridades? ¿os habéis convertido en mujeres? ¿hasta cuándo permaneceréis callados?”.

Además de apelar a su machismo, se refería a ellos como “muwahidin” (musulmanes auténticos) para que se unieran de forma inmediata a la yihad y perpetran acciones criminales.

La colonia marroquí es la más numerosa de la musulmana residente en España, muchos de los cuales están afincados en Cataluña.

Amrani, que se decía el de “Al Andalus”, como denominan los islamistas a España, había mandado su adhesión incondicional al nuevo “califa”: “obedezco al sheik Ibrahim (Hashimi) en todo lo que dice y todo lo que manda”.

Asimismo, aseguraba que seguía la “baquiya wa tatamadad” (permanencia y expansión) que caracterizan las actuaciones del Estado Islámico, según dictan sus cabecillas.

También por parte de agentes de la Benemérita, fue arrestado en Altea el marroquí Lachcen El Harch. Mantenía contactos con diversas personas de ideología yihadista, entre ellas una que se audenominaba “la Viuda de un Mártir. El Supremo paraíso”, que residía en Marruecos. Sus objetivos eran la difusión del yihadismo para que se cometieran atentados donde se pudiera, incluido el vecino país.

Por su parte, agentes de la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional detuvieron a un saharaui, Faiçal El Balol, que estaba dispuesto a martirizarse (suicidarse) con tal de asesinar a marroquíes en España, incluidos mujeres y niños. Lanzaba constantes amenazas a través de las redes sociales. Vivía en Basauri, (Vizcaya), y se le había visto rondar por las proximidades del consulado de Marruecos en Bilbao. El peligro era patente.

Mostraba una intensa actividad en redes sociales, administrando numerosas cuentas y con un gran número de seguidores españoles y extranjeros que ascendían a más de 20.000 personas, “receptores de sus proclamas incitadoras a la comisión de atentados contra la comunidad marroquí y sus instituciones”.

El arrestado publicaba de manera continuada sus propios vídeos, en los que arengaba y justificaba la comisión de acciones terroristas, fundamentalmente contra todos aquellos saharauis pro-marroquíes e “incluso se postulaba como autor directo de las mismas.