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Un informe alerta del uso de “estrategias híbridas” por parte de Marruecos para anexionarse Ceuta y Melilla

El Instituto de Seguridad y Cultura considera que España “debe monitorizar la actividad marroquí” y “no menospreciar” su rearme

La Policía y el Ejército vigilan a cientos de inmigrantes tras la avalancha registrada en mayo
La Policía y el Ejército vigilan a cientos de inmigrantes tras la avalancha registrada en mayoReduanEFE

Lleva tiempo alertando de que Marruecos no ha olvidado sus pretensiones sobre Ceuta, Melilla y los peñones e islotes españoles del norte de África. Y ahora, el Instituto de Seguridad y Cultura -a través de su Observatorio de Ceuta y Melilla- insiste en esta idea recordando que Rabat emplea “estrategias híbridasy operaciones de influencia en lazona gris” con el objetivo de anexionarse dichos territorios. De ahí que reclamen al Gobierno “monitorizar la actividad marroquí”. Y aunque los expertos no lo consideran de momento una amenaza, piden no confiarse y vigilar su rearme militar.

Es lo que se desprende del informe “Las pretensiones de Marruecos sobre Ceuta y Melilla desde la perspectiva de la zona gris”, presentado hoy y que considera que “es el momento de ocuparse de forma rigurosa de vulnerabilidades que no deben ser tales, porque España, como Estado, debe saber prevenirlas”, según ha señalado el director del Observatorio, Carlos Echeverría.

Los expertos explican que el objetivo de la zona gris es “forzar las relaciones entre dos estados para alterar de ese modo alterar el status quo”, esto es, “alcanzar fines similares a los de una guerra, pero sin guerra”. Y el ejemplo más reciente tuvo lugar el pasado mayo con la avalancha de miles de inmigrantes que accedieron a Ceuta y que obligó a intervenir incluso al Ejército.

“Paciencia estratégica”

Un caso que, recuerdan, no es aislado, desglosando otros acontecimientos que también se enmarcan en este tipo de estrategias, ya sean cierres de fronteras sin motivos o búsquedas de apoyos exteriores a sus reivindicaciones, como cuando la Administración Trump reconoció la soberanía marroquí del Sáhara Occidental. De ahí que se trate de un conflicto que se prolonga en el tiempo, con “la mirada en el largo plazo”, lo que el informe define como “paciencia estratégica”.

Los expertos tienen claro que “existe un conflicto latente” en el que, por ejemplo, “Rabat procura influir sobre la acción exterior española utilizando como palanca el control del flujo migratorio, la cooperación antiterrorista o la ratificación periódica de los acuerdos pesqueros de la Unión Europea”. Aspectos que, apuntan, “son utilizados por nuestro vecino como herramienta de presión y moneda de cambio”. Porque “la paz no es sinónimo de armonía en las relaciones entre estados”, sentencia el informe elaborado por los investigadores Josep Baqués, Manuel R Torres, Javier Jordán y Guillem Colom.

Por ello, consideran quees recomendable que las autoridades españolas consideren la perspectiva de lo híbrido al analizar la política marroquí hacia Ceuta y Melilla. El episodio de Ceuta en mayo pasado ha sido una llamada de atención”, sentencian reclamando “retomar la iniciativa”.

Rearme militar marroquí

Eso sí, también recuerdan que Rabat está inmersa en un importante proceso de rearme con numerosas adquisiciones de material militar o acuerdos como el recientemente alcanzado con Israel. Si bien reconocen que “aunque el poder militar tiene una importancia secundaria en la zona gris, su empleo no debe menospreciarse” porque, al fin y al cabo, reduce la brecha militar entre Marruecos y España. Y hablan, por ejemplo, de “disuasión coercitiva” con “demostraciones de fuerza, despliegues militares o maniobras” como posibles “actividades que pueden realizar las Fuerzas Armadas en la zona gris”.

“El programa de adquisiciones de las fuerzas terrestres, navales y aéreas de Marruecos constituye otro factor a tener en cuenta”, avisan los investigadores que, “sin caer en el alarmismo”, explican que “aunque las autoridades marroquíes no contemplen una acción armada contra ambas ciudades, la mera posesión de esas capacidades les proporciona ventaja ante una hipotética escalada en la zona gris”. Pudiendo incluso “generar serias dudas en el lado español sobre la viabilidad política y militar de defender Ceuta y Melilla”.