Llamada

Sánchez pide a Casado apoyo a la reforma laboral y que deje de cuestionar los fondos

El presidente defiende el respeto a la legalidad internacional y rechaza comparecer en el Congreso salvo que se produzca una escalada militar

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la primera ministra de la República de Finlandia, Sanna Marin, durante la rueda de prensa posterior a la reunión que han mantenido este miércoles en el Palacio de la Moncloa.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la primera ministra de la República de Finlandia, Sanna Marin, durante la rueda de prensa posterior a la reunión que han mantenido este miércoles en el Palacio de la Moncloa.Juan Carlos HidalgoAgencia EFE

Pedro Sánchez y Pablo Casado han hablado hoy después de ocho meses de incomunicación. En Moncloa rechazaban hasta ayer mismo que el presidente del Gobierno fuera a levantar el teléfono para informar al líder de la oposición sobre la crisis en Ucrania, delegaban esta interlocución en el ministro de Exteriores que, aseguraban, había informado puntualmente a todos los portavoces de los partidos políticos con representación parlamentaria. Ante esta pasividad gubernamental, el líder del PP ha tomado hoy la iniciativa, ganándole la mano al jefe del Ejecutivo, y se ha puesto en contacto con Moncloa para ofrecerle su apoyo y pedirle que comparezca en el Congreso de los Diputados.

La conversación se ha extendido durante 25 minutos aproximadamente y, según informan fuentes gubernamentales, el presidente del Gobierno ha agradecido a Pablo Casado el apoyo del Partido Popular en la crisis de Ucrania. Posteriormente le ha explicado cuál es la posición del Gobierno, que se basa en garantizar el principio de legalidad internacional, esto es, respetando la integridad territorial de las naciones, como es el caso de Ucrania. Para ello, Sánchez “le ha trasladado que las herramientas necesarias son la unidad en el seno la Unión Europea, así como la coordinación de la UE con la OTAN para garantizar un diálogo exigente con Rusia”, informan las citadas fuentes.

Para Moncloa “la prioridad pasa por la disuasión y la desescalada a través de la diplomacia”. El jefe del Ejecutivo se ha comprometido con Casado a mantener puntualmente informados a los grupos parlamentarios a través del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, o del propio presidente del Gobierno si las circunstancias lo hicieran necesario. Solo en caso de que se elevara al máximo la tensión, Sánchez tomaría las riendas de la situación. Así lo ha detallado el propio presidente en la comparecencia junto a la primera ministra de la República de Finlandia, Sanna Marin, tras su reunión en La Moncloa. “Estaré abierto a comparecer cuando corresponda”, ha dicho, dilatando ese momento a un momento de escalada militar.

La crisis de Ucrania no ha sido el único contenido del contacto entre presidente y líder de la oposición. Durante la llamada, Sánchez ha aprovechado para pedir a Casado que “deje de poner en duda la gestión de los fondos europeos”. “Que cese y rectifique su posición”, ha señalado el propio Sánchez. En Moncloa consideran que la respuesta de la Comisión Europea debería ser suficiente y que la estrategia seguida hasta la fecha por el PP “solo daña la imagen de España” e incluso al principal partido de la oposición. “No es bueno para España que la imagen del principal partido de la oposición quede dañada ante las instituciones europeas”, ha advertido. De hecho, ayer mismo y ante una pregunta de la eurodiputada popular Isabel Benjumea en la Eurocámara, tanto el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, como el vicepresidente económico, Valdis Dombrovskis, aseguraron que España había cumplido con los objetivos pactados.

Además de afear el cuestionamiento que el PP hace de la gestión de los fondos, Sánchez ha pedido a Casado que su partido facilite la convalidación de la reforma laboral. Un llamamiento que ya se ha hecho en público por parte del presidente del Gobierno y que se hace también en privado para que, bien con el voto favorable o la abstención, respalde el acuerdo alcanzado entre los agentes económicos y sociales y el Gobierno sobre la reforma laboral. Sánchez ha pedido “echar la mirada atrás” para contraponer la forma en que se afrontan las crisis, por parte de este Gobierno y otros anteriores, y cómo su Ejecutivo “está haciendo los deberes y reconstruyendo los consensos que se rompieron”. El presidente ha pedido al poder legislativo que convalide el texto ya acordado con los agentes sociales. “No contemplamos otro escenario que se apruebe y cuente con el mayor número de grupos”, ha destacado.