Reunión PSOE-Podemos para salvar diferencias

Los grupos parlamentarios de PSOE y Unidas Podemos, los partidos que sostienen el Gobierno de coalición, han hecho un recuento de daños sobre su relación parlamentaria. Y es que llevan protagonizando sucesivos tiras y aflojas en esta primera parte del año en el Congreso de los Diputados. La imagen de la desunión y la constatación de la ruptura de unidad de voto ha quedado patente en este último mes sobre todo al mantener posiciones contrarias en las votaciones, pero también con declaraciones cruzadas y de reproches entre los portavoces de uno y otro partido.

Este escenario de tensión se ha trasladado con demasiada facilidad a la opinión pública y es que ni PSOE, pero sobre todo Unidas Podemos, se han molestado en tratar de rebajar la imagen de la discrepancia constante que ha acabado erosionando a la coalición. Así, ambos han sido conscientes de que la maquinaria organizativa y comunicativa comenzaba a lastrar y a arrojar, de nuevo, la imagen de un gobierno dividido. Y eso contraviene en varios puntos el protocolo de convivencia que socialistas y morados se dieron en 2019 al conformar la coalición.

Ayer mismo tuvo lugar una reunión entre los portavoces parlamentarios de ambos partidos, Héctor Gómez, por el PSOE, y Pablo Echenique, por Unidas Podemos con el objetivo de «fortalecer» las relaciones de ambos grupos parlamentarios, según explican fuentes de ambos partidos. Una cita a dos que evita la convocatoria de la mesa permanente de seguimiento del acuerdo de coalición, lo que habría hecho aumentar más la sensación de desconexión. Ambos se han comprometido a «consolidar la coordinación» en el seno de la coalición en el plano parlamentario «con el fin de dar respuesta a las necesidades de la gente ampliando derechos, reduciendo la desigualdad y fomentando la recuperación económica, frente a una derecha desentendida y centrada en sus cuestiones orgánicas».

Fue la pasada semana cuando Unidas Podemos desafió a su socio al presentar sin su amparo su propuesta de reforma fiscal para subir los impuestos a las rentas más altas y a las eléctricas, a la par que registró una proposición no de ley para obligar al PSOE a retratarse en este sentido. Un debate que el PSOE tumbó. Al igual que esta semana cuando el grupo confederal defendió una proposición de ley con el fin de crear una empresa pública de energía y se encontraron con el rechazo del partido mayoritario de la Cámara Baja. Las discrepancias se han escenificado sin tapujos y se han multiplicado en esta semana como en una proposición no de ley de Más País para prohibir la publicidad de vehículos contaminantes, donde también votaron distinto o en una moción de Foro Asturias para apoyar a la industria electrointensiva.

Además de limar asperezas, los portavoces también abordaron el calendario legislativo de cara al presente periodo de sesiones. PSOE y Podemos han incidido en la necesidad de llevar a cabo medidas que mejoren la vida de la ciudadanía. Este es un asunto vital y que coincide –además de con una realidad para superar la crisis– con la hoja de ruta de los morados que exigen a sus socios en el Gobierno medidas «valientes» que «cambien la vida de la gente» con el fin de que el espacio progresista vuelva a ganar en las urnas, ante los últimos resultados en Castilla y León.

De cara a esta agenda legislativa, los grupos han estudiado las leyes que en el corto plazo se debatirán en el Congreso de los Diputados como la ley de Seguridad Ciudadana, la ley de Vivienda y la ley del «solo sí es sí». Unas normas que ya cuentan con el aval del Consejo de Ministros y que no causarán problemas internos entre los socios, a pesar de que, por ejemplo, la ley de Vivienda cuenta con el rechazo del Consejo General del Poder Judicial. En la reunión, de una hora de duración, Echenique y Gómez enfatizaron en la necesidad de explicar «los efectos concretos que implican los Fondos Europeos en el día a día de la población de nuestro país».