Congreso

El Congreso aprueba la Ley del “solo sí es sí” con reproches entre PSOE y Podemos

La norma pasa ahora al Senado para continuar con su tramitación tras los choques entre los partidos del Gobierno

La Ley del “solo sí es sí” ha sido aprobada este jueves por el Congreso con el apoyo de ERC, Bildu, PNV, Ciudadanos, JxCat, Más País, Compromís y BNG (195 apoyos, 136 “noes” y 3 abstenciones). La iniciativa ha salido adelante, eso sí, con reproches entre el PSOE y Podemos, que ya protagonizaron la semana una importante discusión que estuvo a punto de dinamitar la Ley estrella de los morados ya que los socialistas pretendían incluir en esta norma la abolición de la prostitución.

La Ley Orgánica de Garantías de la Libertad Sexual pasa ahora a tramitarse en el Senado, donde se dará su aprobación definitiva. Bautizada como Ley del “solo sí es sí” y nacida a raíz de la indignación por la sentencia contra “la Manada”, elimina la distinción entre abuso y agresión sexual y pasarán a considerarse agresiones sexuales todas las conductas que atenten contra la libertad sexual de la mujer. En este sentido, el texto recoge una nueva definición de consentimiento, que es el eje de toda la Ley: “Solo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona”.

Es decir, todas las relaciones deberán contar con el consentimiento explícito de la persona, un punto que ha generado mucha polémica (de hecho, ha terminado rebautizando la Ley), pero que el movimiento feminista ha reivindicado y se ha incluido para proteger a aquellas víctimas de agresiones sexuales que no hayan ejercido resistencia ante los agresores por miedo. Tanto este punto como la supresión de la distinción entre abuso y agresión sexual fueron rechazados por el Consejo General del Poder Judicial en el informe que elaboró.

Otros de los elementos destacables que incluye esta nueva norma es el castigo también de los piropos, comportamiento o expresiones que supongan para la víctima una situación “objetivamente humillante, hostil o intimidatorio”; medidas procesales de acompañamiento a las víctimas, incluyendo la posibilidad de evitar contacto visual con el presunto agresor o de declarar en salas especiales; la creación de centros de crisis 24 horas, para atender a víctimas de violencia sexual mayores de 16 años; o, las casas de infancia para los menores de esa edad.

La tensión entre PSOE y Podemos durante la elaboración de esta Ley ha llegado hasta el último momento. Durante el debate en el pleno, la diputada socialista Laura Berja ha señalado que la prostitución “tenía que haberse incluido”. “Lo que se compra en prostitución es la dominación y el sometimiento de una mujer para que el que pague haga lo que quiera. Los puteros compran la desigualdad y pagan el consentimiento”, ha aseverado Berja, con un duro tono frente a la ministra de Igualdad, Irene Montero. “¿Qué sienten cuando ven los burdeles? ¿Piensan que hay libertad ahí dentro? Yo veo campos de concentración de mujeres”, ha afirmado.

La ministra, en su turno de intervención, ha agradecido a todos los grupos que han apoyado la Ley, pero también ha lamentado el tono de la diputada socialista. “Siento mucho que la intervención que habéis hecho en el pleno de hoy no refleje el trabajo que habéis hecho”, ha afirmado.

PP y Vox han sido los únicos grupos en rechazar la Ley. La diputada popular, Marta González, ha reclamado que se incluyera la prostitución y, junto a la diputada de Vox, Carla Toscano, han reprochado que se “pone en riesgo la presunción de inocencia” con esta Ley porque se invierte la carga de la prueba en el denunciado.