Guía rápida sobre la Ley “solo sí es sí” de Irene Montero

La Ley Orgánica de Garantía de la Libertad Sexual, conocida coloquialmente comoley de “solo sí es sí” ha llegado hoy al Consejo de Ministros y verá la luz con casi un año y medio de retraso desde que el ministerio que dirige Irene Montero comenzara a trabajar en su ley estrella.

Llega también cinco años después de que se produjera la grave violación en grupo de La Manada. El proyecto comenzará ahora su camino en las cortes generales después de la negociación ardua a tres entre el ministerio de Igualdad, la vicepresidencia primera y el ministerio de Justicia.

¿Por qué ha tardado tanto en ver la luz la Ley?

La idea del ministerio de Igualdad era aprobar la norma coincidiendo con el 8-M de 2020. Pero el camino ha sido largo y complejo y supuso, además, la primera gran crisis entre los partidos que conforman la coalición. Desde el PSOE llegaron a acusar a los morados de haber confeccionado un texto sin “calidad legislativa” e incluso calificaron la norma de “chapuza”. Ello provoco que el entonces vicepresidente segundo Pablo Iglesias llegara a calificar al ministro de Justicia -tras su oposición a la norma- de “machista frustrado”. Los morados cargaron también contra la vicepresidenta Carmen Calvo, a la que acusaban de que ésta no asumía que la cartera de Igualdad correspondía a la cuota morada.

Después llegarían las objeciones del Consejo General del Poder Judicial, lo cual hizo que la norma volviera a retrasarse. Los jueces se oponían a la redacción del consentimiento expreso y a la supresión de la distinción entre abuso y violación. Para el órgano de Justicia se podría estar desprotegiendo a la víctima al no diferenciar entre ambos delitos. En uno de sus informes se advertía que la redacción de la ley afectaría al derecho a la presunción de inocencia porque llevaría a la inversión de la prueba. El pleno aprobó finalmente la norma entre discrepancias al considerar que ataca la presunción de inocencia.

¿Qué es el consentimiento expreso?

La norma incluye el consentimiento expreso para juzgar los delitos sexuales. “Sólo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente, mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona”. De esta forma, según Igualdad, las víctimas ya no tendrán que acreditar que han sufrido violencia o que se han resistido; todo acto sexual sin consentimiento será agresión y se eliminarán los abusos sexuales del Código Penal.

El consentimiento expreso fue duramente criticado por el CGPJ, el cual rechazó por unanimidad la redacción inicial del consentimiento expreso y la supresión dela buso sexual.

Se elimina el abuso sexual

La norma elimina el delito del abuso sexual del Código Penal. Solo existirá el delito de agresión sexual (violación), en el que se incluirán un sistema de penas “penológico progresivo y proporcional a la gravedad”, que contempla horquillas más amplias. T

La norma actualiza la tipificación de los delitos sexuales. Considerará como violencia sexual la agresión, el acoso, el exhibicionismo, el acecho o acoso callejero, la provocación sexual, la prostitución ajena, la explotación sexual, la corrupción de menores, la mutilación genial femenina, el matrimonio forzado, el feminicidio sexual y, en el ámbito digital, la violencia sexual transmitida por medios tecnológicos, la extorsión sexual y la pornografía no consentida.

Los proxenetas

El Gobierno aspira además a acabar con la impunidad de la industria proxeneta y para ello endurecerá el Código Penal para perseguir todo tipo de proxenetismo y castigar a quienes se lucran del alquiler de locales donde se produce explotación sexual, la llamada tercería locativa.

Protección a los menores

Y tendrá un apartado especial para los menores: contempla la creación de “casas de niños” para atender de forma especializada a los menores víctimas de violencia sexual, centros en los que se lleven a cabo todas las diligencias y tratamientos necesarios.También se establece por ley el funcionamiento de los centros de crisis 24 horas para mujeres víctimas mayores de 16 años.