Lesmes envía a la Fiscalía al exjuez Fernando Presencia por imputaciones falsas a magistrados

El que fuera juez, expulsado de la carrera, Fernando Presencia lleva años de denuncias contra magistrados y fiscales con acusaciones de corrupción y supuestas cuentas en paraísos fiscales, que jamás han sido demostradas. Una actitud que ha llevado al hartazgo a muchos magistrados y ante la que presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo ha dicho basta. Manuel Marchena remitió ayer al presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Carlos Lesmes una misiva expresando su “compartida preocupación” por la continua campaña del exjuez. A la vista del escrito y según informan fuentes jurídicas, Lesmes remitirá la documentación a la Fiscalía para que “realice las investigaciones pertinentes y, en su caso, ejerza las acciones legales oportunas”.

“Los magistrados que integramos esta Sala [la de lo Penal] queremos hacer llegar”, expone la misiva de Marchena al Poder Judicial, “no solo la indignación que nos asalta por la gravedad de las imputaciones radicalmente falsas, calumniosas, sin relación alguna con la verdad de nuestra situación patrimonial, sino por el irreversible daño que se está ocasionando a la credibilidad de la institución como el Tribunal Supremo”. El golpe en la mesa llega después de años en los que el antiguo juez decano de Talavera dela Reina (Toledo) ha buscado escrito tras escrito todo tipo de titulares denunciando supuestas corrupciones en las élites judiciales. Presencia fue condenado en dos ocasiones por delitos de prevaricación al archivar procedimientos de personas que conocía.

La primera de las condenas -que se refería al archivo de un caso de un atropello a un peatón y posterior fuga del conductor- partió del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha y fue ratificada por el Tribunal Supremo. Algunas fuentes ven ahí la hostilidad con la que Presencia se dirige continuamente a los magistrados del alto tribunal. “Creemos que no está solo en juego la honorabilidad de unos magistrados que han cumplido siempre y seguirán cumpliendo con sus deberes tributarios, sino la integridad de una de las Salas del Tribunal Supremo que, como es sabido, incluye en su ámbito de competencia el conocimiento de asuntos de especial relevancia ligados, precisamente, a la lucha jurídica contra la corrupción”, señala Marchena.

Presencia -cuya última “denuncia” pasó por contar a la Audiencia Nacional que José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno y Dolores Delgado, fiscal general del Estado, blanqueaban dinero-actúa bajo el paraguas de una asociación que dirige él mismo y por la que pide financiación en las redes sociales. La Asociación contra la Corrupción y en Defensa de la Acción Pública (ACODAP) tiene algo más de 5.000 seguidores el Twitter y hace unos días, por ejemplo dejó al descubierto el correo de uno de los magistrados del Tribunal Supremo.

Desde al alto tribunal exponen que la asociación tiene el único interés de generar “información falsa” para denigrar a las personas y a las instituciones. “Se trataría por tanto de una persona jurídica concebida con el exclusivo objeto de ponerse al servicio del delio”. “Todo apunta, por tanto, a que D. Fernando Presencia puede estar obteniendo aportaciones económicas de confiados ciudadanos que creen que el donativo que ofrecen va a ser destinado a la búsqueda de informaciones o pruebas que demuestren la corrupción”.

El exjuez no solo ha agotado la paciencia del Supremo, su última jugada en la Audiencia Nacional también terminó por cansar allí porque su proceso contra Delgado y Zapatero y sus supuestas cuentas en Panamá acabó en un giro de 180 grados. El juez de refuerzo Joaquín Gadea remitió la denuncia a un juzgado de Talavera que ha abierto diligencias contra él por denuncia falsa. “No podemos dejar de lado que la asociación no ha dejado de presentar diferentes escritos contra miembros del Gobierno, de la judicatura y de otras altas Instituciones del Estado sin mayor apoyo o base que ‘presuntas denuncias’ que llegan a su correo; es decir, siempre amparadas en un anonimato que impide cualquier actuación seria, rigurosa y respetuosa con el Estado de derecho, entendido este en un sentido amplio y garantista”, expuso entonces el instructor.

Ahora se suma el Supremo de forma tajante. Denuncian que a raíz de todos los pomposos titulares que Presencia reparte entre la prensa que quiere colocarlos (”nuevo escándalo judicial”, “conmoción en el mundo de la justicia”, “inminente detención”...) se produce un terrible efecto de descrédito que termina cuajando en la población. En base a estos titulares se ha intentado modificar, por ejemplo, la Wikipediade alguno de los afectados para incluir mención específica a esta supuesta corrupción que no es tal y remitiendo a su dirección de internet.

La condena de Presencia fue doble. Además del delito de prevaricación en 2017 cuando archivó la investigación contra el conductor “amigo suyo”, la sala segunda lo condenó en noviembre de 2018 por haber dado carpetazo a otra querella de estafa contra una persona con la que también “mantenía una relación de amistad”.